Todos hemos pasado por eso. Una salida tranquila entre amigos, de repente, se convierte en karaoke hasta altas horas de la noche; y la resaca, a la mañana siguiente, se vuelve insoportable.
Se entiende por “Resaca”, a un conjunto de síntomas desagradables que se producen después de una ingesta excesiva de alcohol. Entre éstos: fatiga, sed, dolor de cabeza, náuseas, sensibilidad a la luz y al sonido, y mareos.
Por lo general, lleva un par de horas para que dichos síntomas aparezcan.
Aunque el tratamiento depende del estado de gravedad del paciente; en general, éstos se alivian con analgésicos. Sin embargo, una resaca grave puede ser síntoma de severa intoxicación con alcohol, la cual amerita tratamiento de emergencia.
¿Por qué se produce la resaca?
Las bebidas alcohólicas contienen sustancias residuales que se obtienen durante la obtención del alcohol. Por ejemplo: metanol, histamina, acetaldehído y polifenoles. Cuando éstas se descomponen, producen sustancias tóxicas responsables de los síntomas.
Para metabolizar el alcohol, nuestro organismo produce la enzima alcohol deshidrogenasa; presente en el hígado. Sin embargo, es bueno saber, que los hombres sufren menos de resaca pues su hígado procesa y descompone con más eficacia y rapidez el alcohol y sus derivados.
¿Cómo evitar la resaca?
Por supuesto, la mejor manera de evitar este desagradable malestar es abstenerse de ingerir bebidas alcohólicas.
Sin embargo, si por razones sociales esto no te es posible; lo mejor es mantenerte hidratado. Para ello, bebe suficiente agua; antes, durante y después de la ingesta de alcohol. Incluso, se recomienda alternar con agua, entre una bebida alcohólica y otra.
Mantén el estómago lleno. No ingieras alcohol sin haber consumido alimentos.
Bebe lentamente.
Modera la cantidad de alcohol que consumes.