Muchas veces nos enfrentamos al papel en blanco, y el terror nos impide dejar fluir nuestra creatividad. Escribir el ensayo perfecto es un reto para muchos; y algunas veces, puede llegar a frustrarnos en gran medida. Por eso, te traemos las 5 claves ideales para ayudarte a ser el escritor que sueñas.
Utiliza un esquema
Antes de empezar a escribir, trata de comenzar con un esquema que te permita organizar todas tus ideas. Ahí puedes colocar, cómo será la estructura de tu ensayo y el sentido que le darás. De esta manera, tu mente podrá visualizar el contenido que se va a escribir de manera más sencilla. Para luego, redactar con mayor facilidad.
El tema perfecto para tu ensayo
El tema es el aspecto más importante. Suele suceder, que pasamos horas tratando de encontrar "el tema perfecto para nuestro ensayo". Te invito a que dejes de buscarlo y dejes fluir tu imaginación y tus conocimientos. Para eso, comienza con el esquema y ve indagando lo que te interesa. Anota lo que llame tu atención o te dé curiosidad y escribe acerca de ello, como si fueran pequeños bosquejos. De esta manera, encontrar el tema será ¡pan comido!
La estructura es tu guía
A lo largo de nuestras vidas, hemos escuchado hablar de la estructura de los ensayos; introducción, desarrollo y cierre. Aunque creamos que no es importante, estos deben ser los pilares de nuestro escrito. Se nos hará más sencillo redactar, si logramos hacer de esta estructura, nuestra guía.
Recordemos:
La introducción es el inicio al ensayo, regularmente es breve y conciso. Debe contener la idea principal del tema. Aprovecha esta entrada para ser atractivo, el abreboca debe contener lo necesario para cautivar al lector e invitarlo a seguir leyendo.
El desarrollo, es el momento de escribir el contenido. Es importante lograr que el cuerpo tenga lo justo y lo necesario sobre el tema. Evitando ser repetitivos o desviarnos de lo relevante. Aquí se deben colocar los argumentos, las hipótesis e interpretaciones. Las citas, enriquecen mucho el contenido, trata de colocarlas en tu ensayo.
Por último, el cierre. Este es el momento en que el ensayo concluye; por esta razón, debe ser conciso y ameno. Lo ideal, será dar un recuento breve de lo que se ha hablado y transmitir la importancia de lo escrito. Allí podemos incluir nuestra opinión y cerrar con alguna pregunta que deje espacio a la interpretación del lector.