Aprovecha esa invitación a la playa para darle a tu piel un bronceado brillante y duradero.
Es muy importante tener en cuenta lo dañino que puede ser la alta exposición de tu piel a los rayos del sol, por lo que te ofrecemos varias maneras de broncearte de forma saludable.
Tener un tono bronceado en la piel te hace ver más saludable y radiante
Antes de broncearte, recuerda exfoliarte para remover las células muertas y preparar a tu cuerpo para recibir los rayos del sol.
También es recomendable hidratar tu piel con cremas humectantes para tenerla suave y con una textura uniforme.
Utiliza un protector solar o bronceador con un FPS alto y luego cámbialo a uno más bajo; pero que siempre sea mayor a 15. De esta manera (además de protegerte mejor del sol), tu piel no sufrirá daños, tu bronceado no tendrá un color rojizo ni tendrás la piel reseca.
¡Ten cuidado al broncear tu rostro! La piel de la cara es mucho más delicada y sensible que la del resto de nuestro cuerpo. Debemos estar pendientes de que las marcas faciales no reciban mucho sol.
No te quedes acostado todo el día bajo el sol. Además de lo tedioso que puede ser, es más efectivo caminar por la playa o realizar deportes para entretenerse y obtener un bronceado uniforme.
Al regresar de la playa, utiliza agua tibia para bañarte para no lastimar tu piel. Continúa con las cremas para el cuerpo y la cara; y si deseas una hidratación más profunda, te recomendamos los productos con aloe vera.
Recuerda que la piel necesita un cuidado exhaustivo, por lo que debes utilizar siempre un protector solar que la proteja, para así evitar lesiones a corto o largo plazo.
¡Disfruta de tu día de playa sin preocupaciones!