Tener una buena postura no sirve sólo para lucir bien estéticamente. Nos facilita la respiración y nos ayuda a prevenir dolores musculares y de los huesos
Sin embargo, una mala postura puede adoptarse fácilmente con el tiempo. Puede ocurrir por la manera de sentarnos, dormir en una posición incorrecta, pasar mucho tiempo frente a la computadora, entre otros.
Si no corriges tu postura a tiempo, puede causarte problemas de salud a largo plazo. Afortunadamente, podemos controlar todos los factores que afectan la postura.
¿Padeces dolor de espalda? Esta es la zona más común para notar si se asume una mala posición. El dolor es causado por los músculos de la espalda que, cuando se contraen, forman una curva hacia adelante como una joroba.
Puedes realizar ejercicios de estiramiento para que la espalda no se curve, mientras te sientas frente a la computadora o al televisor.
No descuides tu postura al estar de pie. Caminar en una buena posición te puede ayudar a lucir más delgado, además de hacer que tu cuerpo se sienta más descansado.
Distribuye el peso corporal de manera uniforme en la espalda, los pies y la parte delantera. Intenta dar pasos moderados, ni muy largos ni cortos y mantén tu cintura con la espalda y el cuello derechos.
Aunque la postura esté controlada, no significa que debe ser rígida
Cuando colocas tu espalda en una posición correcta pero relajada, evitas los dolores de espalda o cuello. Si ya sufres de estos dolores, limita tus movimientos para no provocar mayor dolor.
¿Te cuesta mucho mantener la postura correcta? ¡Tranquilo! Existen varios artefactos que mejoran la posición de la espalda de una forma discreta y cómoda.
Sin embargo, es recomendable que la columna vertebral se acostumbre naturalmente a una buena posición. No esperes a sufrir daños irreversibles para hacer algo al respecto, ¡cuídate!