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Ana Viseras, una madrastra que nunca pensó serlo

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Ser madre es una labor muy difícil para la que ninguna mujer nace preparada, y si a esto le sumamos los hijos que nos brinda la vida, quizás podría volverse el trabajo mas satisfactorio de cualquier persona.

Una de las historias que mas nos ha llamado la atención en 0800 Flor ha sido la de Ana, es por esto que queremos compartir con ustedes un poco de lo que implica ser madre, no solo de nacimiento, sino porque la vida así nos lo plantea.

Ana Viseras contaba con tan solo 25 años cuando decididó casarse con su novio, un hombre mucho mayor que ella, quien además tenia 3 hijas de una relación anterior. El hecho de este preámbulo tan complejo, fue motivo de críticas por parte de su familia, pero Ana nunca perdió su norte, y a pesar de su corta edad, aceptó el reto. “Tenía una vida ocupada entre el hospital y los estudios, y un buen día llegue a la casa y allí estaba ella, con una maleta en la mitad de mi sala”

Una de las hijas de su esposo había decidió mudarse con ellos, representando no solo una prueba para Ana sino para toda la familia, pues la diferencia de edad entre ellas eran tan solo 11 escasos años, Ana de 25 y su hijastra de 14. “La adaptación fue difícil para todos, y no saber como manejar las cosas en ese momento fue de gran ayuda para mi, simplemente procuraba no involucrarme en algunas situaciones por el bien de la relación”, nos contó Ana. “Por un lado estaba recién casada y muy enamorada, tanto como lo estoy hoy, al amor es el mayor impulso que pude tener”.

La familia de Ana no estuvo muy de acuerdo con la unión, pero al ver que iban muy en serio, le prestaron todo su apoyo. “Mis papas no querían que me casara, pero a penas aparecieron las niñas fue amor a primera vista, desde  entonces las tomaron como parte  de la familia’”.

Hoy en día Ana sigue formando parte de la vida de sus 3 hijastras, son mujeres ya casadas que han formado su propia  familia. “He tenido el honor de estar presente en el nacimiento de sus hijos, y soy la primera a la que llaman cuando algo pasa”.

Ana nunca se planteó ser madrastra, pero es algo que más que restarle, le agregó mayor felicidad a su vida, por lo que concluyó nuestra entrevista con una frase muy hermosa: “Logramos vivir juntos y llevarnos bien, somos perfectos y es la única familia que quiero tener. Las cosas buenas y malas las pasamos juntos”.

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