Con la rapidez de esta vida de hoy, meditar se ha convertido en un momento de relax, en donde encontrarnos con nosotros mismos y con la paz.
Si quieres obtener esa paz, sigue estos pasos:
1.- Busca todo lo que necesitas para el momento de la meditación. Asegúrate de que nada te distraiga. Apaga todo los dispositivos móviles, y cualquier cosa que pueda distraerte.
2.- Encuentra un lugar tranquilo, relajado, apacible, ordenado. Puede ser una habitación especialmente diseñada para ello, un rincón en el jardín o en tu propia habitación.
3.- Escoge un momento del día para realizar tu meditación, y trata de que sea siempre a la misma hora.
4.- Desacelérate. Cuando estés cercano a la hora de tu meditación entra en una especie de calma, estírate, para que cuando llegues a la hora exacta, no lo hagas recargado, estresado, acelerado por tu rutina diaria.
5.- ¿Ya tienes todo listo? Comienza a meditar en la posición correcta y en la que te sientas más cómoda, puede ser acostado boca arriba (aunque si eres principiante corres el riesgo de dormirte), sentado en una silla con la espalda recta, pero cómoda, o la clásica posición de loto o del indio.
6.- Cierra tus ojos, concéntrate en tu respiración, inhala y exhala por la nariz tranquilamente, hazlo por unos 3 minutos. En este tiempo tu mente debe estar despejada, y es cuando comienza la verdadera meditación.
7.- Cuando te sientas relajado, y aún con los ojos cerrados, visualiza un punto de luz, un objeto que te agrade, una figura geométrica, y al hacerlo trata de verlo entre tus cejas. Mantén esta visualización por 5 minutos. Si comienzas a pensar en otras cosas, no luches, no juzgues, vuelve a la técnica: Inhala, exhala, visualiza, concéntrate.
