De educadora a Madrastra

Escrita por Hilda Pastrán:

Hola! comparto esta historia para que todos lean un pedacito de mi vida. En el año 2003, después de tener larga experiencia como docente de básica, decidí entrar de lleno en mi especialidad que es educación inicial. Me mudé a El Junquito y entregué mi currículo en un Colegio Privado de la zona y me llamaron para trabajar allí.

En ese entonces, yo estaba divorciada desde hacía 14 años y conmigo vivía mi hija, adolescente y liceísta. Todo empezó bien en el colegio, lo manejaban un par de señoras arbitrarias y sin ética, pero decidí probar suerte allí. Me tocó el 1ero y 2do grupo de preescolar juntos, lo acepté, era todo muy complicado. No tenía auxiliar y manejaba niños y niñas de 3 y 4 años juntos.

Los niños lloraban, se orinaban del miedo al cambio y hacían un torbellino del lugar. Sin embargo, logré adaptarlo mediante canciones hasta cierto momento donde ya se conducían progresivamente. En ese grupo se encontraba una niña cuya madre había muerto en el parto, era del primer grupo, de tres añitos. Nunca imaginé que llegaría a ser mi hijastra! Su padre, viudo entonces y mi esposo en la actualidad, decidió conocer a la maestra de su hija. Desde alli todo funcionó muy bien con él.

Posteriormente tomé la decisión de abandonar ese empleo, ya que la forma de manejo de sus dueños, me parecía improcedente, sin embargo, cada vez que el representante me encontraba en la vía esperando transporte público, me ofrecía llevarme. De esto nació una linda amistad y luego nos convertimos en esposos.

De nuestra unión él se convirtió en el padrastro de mi hija y yo en la madrastra de mi alumna y juntos tenemos una niña, hija de ambos. Pienso que nuestra relación familiar es maravillosa, llena de los problemas y beneficios de cualquier familia. Para mi existen 3 hijas y de por sí, mi hijastra me ve como su mamá verdadera. Para ella no ha existido otra, somos una super familia, hermosa y llena de sorpresas. Nos hemos mantenido felices por 8 años consecutivos. Mis hijas son todas hermanas y así se sienten, por ello, ese cuento de Cenicienta no va pal’ baile! esos eran cuentos de hadas, la actualidad es más rica y muy difererente!