De Madrastra a Buenastra

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En nuestra labor para demostrar que las madrastras son buenas, conversamos con Paola Bertorelli, @pbertorelli en Twitter, sobre su experiencia como madrastra. “Me casé de 23 años con un hombre divorciado que ya tenía un hijo de 7 años. Aunque si lo conocía, no había tenido tanta relación con él. Me casé al poco tiempo de noviazgo e inmediatamente comenzaron a presentarse los típicos conflictos de “tú no eres mi mamá”. Lo primero que hice fue tratar de explicarle que yo no tenía ninguna intención de sustituirle a su mamá. Nunca me había planteado la figura de la madrastra mala más allá de los cuentos, para mi fue un poco sorprendente”, comentó Paola.

“Tuve una larga conversación con su mamá, ella tenía mucho miedo de que yo no supiera manejar la situación por falta de experiencia o que le metiera cosas malas en la cabeza a su hijo” , explicó Paola. Esta conversación tuvo sus frutos, su hijastro comenzó a pasar más tiempo con ellos y hasta vivió en su casa durante 1 año mientras remodelaban la de su mamá. “Recomiendo que se tenga una conversación directa con la mamá de los niños de los que uno va a ser madrastra. Esto ayuda a que toda al relación sea mucho más fluída”, agregó.

“Mi hijastro me llama su “buenastra”, comentó Paola, “tenemos una relación lindísima”.  El amor y la buena relación que reinaba en la familia, benefició la integración de los hijos del nuevo matrimonio con su hermanastro. “Ellos se llevan 8 años pero son muy unidos. Esa parte de integración fue muy positiva”, explicó.

El hijastro de Paola trabajó con ella durante varios años en una agencia de publicidad, estrechando aún más la relación. Actualmente vive en Montreal y mantienen un contacto frecuente y directo.

“Mi primer consejo es que recuerden que no son la madre de ese niño, se te crea una sensación de responsabilidad que no te corresponde, tú relación con el niño es otra. Se necesita muchísima comunicación, en la medida que ellos vean tu sinceridad y deseo de hacer de esto lo mejor posible, permea mucho la situación”, comentó Paola Bertorelli. “Yo creo en la familia, mi esposo cree en la familia, y entre todos hemos hecho una familia muy particular”.

Actualmente Paola está casada de nuevo y es madrastra de tres adolescentes más, unas morochas de 16 años y un varón de 17 con los que mantiene una relación excelente. Las madrastras buenas, si existen!