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El estrés digital y tu cerebro #Infografía

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Por un momento, fíjate en la cantidad de pestañas y programas que tienes abiertos, lo más probable es que tengas más de uno, lo que significa que estás haciendo multitasking. Mientras la tecnología se adentra cada vez más a nuestras vidas, vamos aprendiendo a hacer varias cosas a la vez. Lastimosamente, esto no es del todo sano y puede traer varias consecuencias.

La tecnología ha alterado completamente la manera en que procesamos la información que percibimos, hasta el punto en que sufrimos de sobrecargas de información. En 1960, las personas recibían un aproximado de 5 horas de información de las redes sociales cada día, en el 2010 aumentó hasta 12 horas por día. Adicionalmente, el número de adultos en línea aumento del 10% (1995) a un increíble 78% (2010) sin mencionar que el 95% de los adolescentes también se encuentran en línea (2011).

Adicionalmente, el usuario promedio de una computadora revisa 40 páginas web al día y cambia entre programas 36 veces por hora. ¡Eso significa que cambiamos de actividad cada dos minutos!  Y esto no es bueno para nuestro cerebro, nos hace mucho menos efectivos.

¿Por qué? Resulta que el cerebro humano está programado para trabajar con un máximo de dos tareas a la vez. Cuando el cerebro se enfrenta dos tareas, cada mitad del córtex pre frontal se encarga de una tarea y una parte del lóbulo frontal nos permite cambiar entre tareas, pero cuando una tercera entra en juego, el cerebro no tiene como manejar todas a la vez, generando una caída tremenda de concentración.

Y no conforme con esto, un estudio reveló que los multitaskers son malos filtrando información irrelevante, suelen escoger información extraña en vez de la información relacionada con la tarea, se les dificulta cambiar entre tareas y tienen una dificultad al convertir la información de corto y largo plazo en memoria funcional.

Teniendo toda esta información en mente, UC Irvine y la fuerza armada estadounidense decidieron investigar  a aquellos que adoptaron el multitasking como una forma de vida. Formaron dos grupos de personas, uno que tenía acceso a correo electrónico y otro que no. El estudio reveló:

  • Las personas con el correo electrónico cambiaron de ventanas en su navegador 37 veces, mientras que el otro tuvo un promedio de 18 veces.
  • Los que leían los correos cambiaban de páginas el doble de veces, lo cual los mantenía en un estado de alerta con un ritmo cardíaco más constante.
  • Los que no tenían acceso al correo electrónico, se sintieron más dispuestos a trabajar y estaban más concentrados al realizar sus tareas, sufrían menos estrés y aprovechaban más el tiempo.
  • A aquellos que les quitó el correo electrónico, les tomó cinco días el recuperar un ritmo cardíaco más natural y saludable.

Un reporte hecho por Mozilla Firefox, reveló que el 50% de sus usuarios tienen más de 2.38 pestañas abiertas a todo momento y que un 25% tienen al menos 3.59 pestañas a lo largo del día.

¿Toda esta información de que me sirve? El multitasking puede llegar a generar consecuencias en nuestro proceso cognitivo y atrofiar nuestra materia gris.

El multitasking siempre pasara factura al cerebro. Varios neurólogos creen que nuestros cerebros no están diseñados para procesar toda la información que el multitasking le obliga a absorber. El nivel de atención del cerebro es finito, cuando el cerebro se siente sobrecargado con información, lo hace sentirse “amenazado” por lo que apaga otras regiones del cerebro que trabajan con la empatía.

Otros creen que todas estas distracciones y la tecnología pueden alterar el cerebro, al nivel en el cual impacte la manera de pensar y comportarse. Por ejemplo, en vez de enfocarse en una sola tarea, el cerebro siempre buscará formas de cambiar a la próxima tarea para mantener el flujo de información constante, deteriorando así la capacidad para llevar a cabo hasta las más simples tareas. Esto puede ser debido al deseo del cerebro de reaccionar ante oportunidades y amenazas inmediatas. Consecuentemente, cada vez que cambias a una nueva tarea, tu cerebro libera una porción de dopamina.

Otros estudios revelaron que el excesivo uso del Internet puede llegar a atrofiar la materia gris, deteriorando la concentración, la memoria y la habilidad de tomar decisiones y programar metas.

“¿Y qué puedo hacer para evitar esto? ¡No quiero convertirme en un zombie del multitasking!” No te preocupes, a pesar de que puede ser difícil cambiar un hábito de multitasking, y la manera en que está programado tu cerebro, hay varias cosas que puedes hacer pare reducir la cantidad de estrés digital en tu vida:

  • Oblígate a enfocarte en tus tareas, al igual que debes limitar la cantidad de veces que revisas tus correos. También es recomendable asignar una hora para revisar las redes sociales y sitios de noticias.
  • Haz todo lo posible por completar tareas similares a la vez, espera varias horas para revisar las páginas y envía los mensajes en lotes. Suscríbete a los RSS de tus sitios favoritos, de esta manera podrás ver todas las actualizaciones de tus blogs a la vez.
  • ¡Descansa! No te extralimites. Una gran idea es programar horarios “libres de tecnología” con tu familia y amigos todos los días, así iras despegándote poco a poco de los dispositivos electrónicos. Y lo más importante, en especial para las personas de altos cargos en empresas y profesionales, declara una hora en la cual la gente no debe contactarte, ese será un tiempo sólo para ti.

Recuerda, no te permitas hacerte daño con el multitasking ni el uso excesivo de Internet ¡es por tu propio bien! Con todo el tiempo libre que recuperarás, tendrás la oportunidad de ir un rato con tu familia al Parque del Este, quizá te vayas de excursión con tus amigos al cerro El Ávila, o quizá termines ese libro que te prestó tu prima que lleva meses esperando que se lo devuelvas.

(Información Extraída de: http://www.mnn.com/health/fitness-well-being/stories/digital-stress-and-your-brain-infographic

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