¿Es necesario el estrés para ser feliz?

Muchas personas que viven en las grandes ciudades ansían salir del stress en el que están inmersos. Un nuevo y controversial libro escrito en los Estados Unidos, nos explica que más que desgastarnos por la presión, el stress es necesario para sentirnos vivos. El libro titulado "Rush: Why you need and love the rat race” (“De prisa: Por qué necesitas y amas vivir acelerado” ) de Todd Buchholz, argumenta que el stress mantiene nuestra mente ágil, nos hace sentir bien y nos ayuda a vivir más.

El autor asesor de la Casa Blanca, dice que el libro comenzó como una investigación de gente que  al perseguir el éxito había perdido el alma. Buchholz concluyó que más que calmarnos y alejarnos de la competitividad de la vida moderna, necesitamos competir más y deleitarnos con el stress. Hemos evolucionado para manejar el stress. Mucha gente goza su trabajo porque este promueve la interacción social con los colegas y se convierte en un refugio de las partes más dolorosas de su vida.

Cuando hacemos nuevas tareas, nuestro cerebro segrega dopamina que nos hace sentir bien. En los tiempos de Dickens, eran los pobres los que trabajaban más; hoy en día son los profesionales, abogados, ingenieros, doctores, los que más laboran y esto los hace sentir valiosos y les aumenta la autoestima. Estudios han demostrado que demasiado stress en la vida diaria no es beneficioso; una investigación llevada a cabo por la fundación para el trabajo revela que aquellas personas que trabajan más de 11 horas al día tienen un 65% más de riesgo de sufrir males cardíacos que aquellos que trabajan 8 horas al día. Expertos afirman que el autor del libro puede estar en lo correcto al decir que la competitividad en el trabajo es beneficiosa y un poco de stress ayuda a la gente a llevar sus tareas más eficientemente, pero que el problema surge cuando se vive bajo un stress constante día tras día.

Para muchas personas el trabajo significa status, pero no es sano estar constantemente haciendo algo sin tener tiempo para reflexionar. Somos máquinas formadas por miles de componentes que no van a durar para toda la vida.