Las almohadas blandas, los edredones y las cobijas suaves les brindan a los adultos comodidad, abrigo y placer. Por eso algunas personas piensan que pueden cumplir la misma función en la cuna del bebé. Es un gran error: dormir con mantas e incluso con muñecos de peluche no es seguro para los niños pequeños.
Sólo debes tener en cuenta algunas sencillas medidas de seguridad con respecto a la cuna, su ubicación y el modo en que acuestas al niño, y así todos podrán dormir más tranquilos. He aquí algunas de ellas:
La cuna no debe estar ubicada cerca de las ventanas con cortinas o persianas con cordones, ya que el niño puede estrangularse con las tiras que cuelguen cerca. Tampoco debe haber cables como los de los monitores de bebes alrededor de la cuna, ni nada que cuelgue.
Asegúrate de que la cuna esté ensamblada de manera adecuada. Si lo haces tú mismo, sigue las instrucciones de la fábrica y corrobora que cada pieza quede instalada correctamente. Tampoco deben existir tornillos que sobresalgan de la superficie, todos deben estar sujetos en su lugar y no debe faltar ninguno de ellos.
Instala el corral de acuerdo a las instrucciones del fabricante y usa únicamente el relleno de alfombra proporcionado con el corral, no añadas un acolchado adicional.
Revisa regularmente que no haya tornillos flojos ni ninguna pieza de la cuna fuera de su lugar, que se mueva o que falte, ya que puede causar accidentes mientras el niño duerme.
Además, corrobora que las tiras o barrotes de la cuna no estén separados por más de 6 centímetros, rotos, desgastados, flojos, astillados o ausentes.
Tampoco debe haber orificios decorativos en la cabecera o en el extremo opuesto, en los que el bebé pueda quedar atrapado.
Asimismo, las barandas de la cuna deben cerrar perfectamente. Es importante que no puedan ser activadas por los niños.
El colchón debe ser duro (no blando y mucho menos de agua) y las sábanas deben ajustarse al colchón de la cuna (nunca debes utilizar sábanas para las camas de los adultos).
El colchón debe caber justo entre los lados de la cuna, asegúrate de que no haya un espacio mayor de dos dedos entre los lados de la cuna y el colchón.
Nunca coloques ningún objeto blando en el espacio donde duerme el bebé. Esto incluye: almohadas, edredones, mantas o cobijas gruesas, pieles, muñecos de peluche o acojinados.
Si utilizas protectores para la cuna, es mejor utilizar el tipo de protectores que se atan en la parte de arriba y de abajo de la cuna (también puedes comprar protectores hechos de redecilla o malla que mantienen la cabeza y los pies del bebé dentro de la cuna).
Una vez que el niño pueda sentarse o mantenerse de pie, deja el colchón en su posición más baja y quita los protectores y móviles, ya que puede intentar usar estos objetos para tratar de bajarse de la cuna.
(Fuente:VidaySalud)