Las Madrastras también merecen una segunda oportunidad

Escribe Verónica Roldán:

"Mi historia es como la de la mayoría de los hijos de padres divorciados. Si vemos como fue mi infancia, la realidad es que mi Madrastra si fue como la de Blanca Nieves, una verdadera bruja. Hizo de todo por hacerme la vida imposible. Pero por qué la  traigo acá si estamos hablando del día de la Madrastra y queremos mostrar el lado bueno de ellas? Muchos años pasaron desde que pasó mi infancia para que yo entendiera a esta persona y aprendiera a quererla y perdonara todos sus errores.

Se casó con mi padre siendo yo sólo una niña. Ella, súper enamorada, él, venía de un divorcio, con mi madre, que resultó ser un ser humano súper difícil y le hizo la vida de cuadritos desde el comienzo de la relación.

Poco tiempo luego de su matrimonio, mi padre decidió que sus dos hijas se iban a vivir con ellos, osea, mi hermana y yo. Mi madre, quien nos manipulaba por ser sólo unas niñas, nos hacía hacerle ver, constantemente, que no era nuestra mamá. Éramos tan malcriadas por la misma situación del fracaso de mis padres, que mi pobre padre hacía lo imposible por complacernos y nosotras lo imposible para manipular y robarle a ella el cariño de papá.

Quizás ella jamás entendió que era la adulta y nosotras las nenas, o jamás entendimos nosotras que el amor de padre no tiene absolutamente nada que ver con el amor de pareja. Lo cierto es que pasaron más de treinta años en mi vida para tener una segunda oportunidad de tratarla.

Al verla todo aquél resentimiento de la infancia se fue, ella seguía allí y le brindaba amor a una de las personas más importantes de mi vida, a mi amado padre. Él la amaba y se sentía mal por el tipo de relación que no había sostenido con nosotras durante tantos años. La vida me dió una segunda oportunidad y pude conocer a una mujer amorosa, nada que ver con aquella persona que me hizo llorar cuando pequeña.

Una mujer abnegada que dió todo por hacer felices a mis hermanos y llenó la vida de mi padre de cariños, a pesar de que Mi príncipe tuvo un problema muy grave de Alcoholismo y sólo Dios sabe lo difícil que es vivir con un Alcohólico. Sin embargo, ella estuvo día a día allí con él, dándole fuerzas. Mi padre superó su alcoholismo, recuperó su vida, pero siempre estuvo la constante de su amor por su esposa durante tantos años.

Una de las cosas que más me mueve es pensar que mi padre quería casarse con ella y años después, al abrigar otra religión, se casó por la iglesia con quien llegó a ser el amor de su vida.

Ella no sólo lo amó con toda su alma, sino que lo acompañó por uno de los trances más duros de la vida. Mi padre fue diagnosticado de cáncer, y ella estuvo con él. Sólo el amor que mi padre sintió por esta abnegada mujer lo hizo irse con una sonrisa en su paso por esta vida.

Hoy sólo puedo agradecerle a mi Madrastra haber sido la felicidad de mi padre. Cada beso, cada abrazo, cada motivo para luchar, cada palabra de aliento para seguir. Fue su amor y él fué su vida.

A veces como hijos somos egoístas y pretendemos que nuestros padres no tengan derecho a ser hombres y mujeres. Solamente, pueden ser padres. Pero, la verdad es que necesitamos entender que cada faceta forma parte de algo y todo se complementa.

Hoy sólo quiero darte las gracias ORALDY SOCORRO BASTIDAS por haber sido mi Madrastra y haber hecho el hombre más feliz del mundo a mi amado padre JOSE OSWALDO ROLDAN.”

Verónica Roldán, gracias al apoyo a través de nuestra página de Facebook, resultó ganadora de un tratamiento de envoltura de chocolate cortesía de Derma Spa Láser Center y un libro "Señora Madrastra". Felicidades Verónica!