Ingrid Chopite, se comunicó con nosotros a 0800Flor porque está preocupada con la falta de comunicación interpersonal que ha sido suplantada por el chateo a nivel de celulares tanto en la familia como en la comunidad.
Ingrid nos comentó que su inquietud viene porque en su misma casa, ella y su esposo se han dado cuenta de que sus hijos muchas veces chatean incluso durante las comidas. Ella piensa que eso va rompiendo la comunicación directa, lo sabroso de tener ese contacto con la gente.
En 0800Flor tuvimos como invitada a Lisette Vega, psicóloga terapista cognitiva conductual para hablarnos un poco de su experiencia y sobre el artículo que ella escribió: “Necesitábamos mayor coraje cuando Apple y Blackberry eran solo frutas”. Ella nos dijo que la inquietud que la llevó a escribir este artículo fue observar el uso excesivo de estos celulares inteligentes en Venezuela, en contraste con otros países donde sólo los utilizan altos ejecutivos, y darse cuenta de que realmente han venido a cambiar las relaciones afectivas, adaptándolas a la tecnología.
Cuando mandamos un mensaje a un familiar o persona querida, como la comunicación es escrita, es imposible escuchar el tono de voz, los gestos, su lenguaje corporal, por lo tanto, se empobrece la relación, pues se pierden muchas cosas a nivel personal que son parte de la comunicación. No podemos conocer las emociones que tiene la persona en ese momento, y solo se valen de las iconografías o el uso de mayúsculas para poder sustituir esas expresiones.
Lisette acotó que cuando las personas están lejos físicamente, los celulares son una ventaja pues mantienen conectada a las personas, pero tristemente, el problema es que personas que se encuentran físicamente cerca han dejado que los chats se conviertan en su medio de comunicación, presentándose problemas en parejas que se quejan de que no se comunican, no escuchan la voz del otro, no contestan llamadas, no responden mensajes, generando mucha inquietud en las relaciones.
En algunos casos se ha convertido en una adicción o compulsión. En esos casos es necesario buscar ayuda y replantear la relación nuevamente. Se ha perdido hasta la valentía de enfrentar las situaciones conflictivas que se presentan en las familias cara a cara, resguardándose en los mensajes, marcando distancia y alejando aún más a las parejas.
Uno de nuestros oyentes, se comunicó para decirnos que su novia no suelta el celular para nada. A pesar de que irónicamente, ambos se conocieron por mensajes de celular. El nos comentó que la compulsión es tal que él la llama y no le atiende, le manda mensajes de texto y no le atiende, le envía correos electrónicos y no le atiende, y solo si le manda un pin a la mensajería de su celular le responde.
La Dra. Vega le recomendó que hable directamente con su novia y le exponga sus sentimientos, su malestar, y que le pida que cuando estén juntos trate de usar el celular solo para casos de emergencia. Una cosa es que el uso de celular se convierta en una necesidad y otra que se convierta en una fuente de distracción que evita ese contacto con nuestros seres queridos.
Diana Paredes también se comunicó para contarnos que a ella le pasaba lo mismo hasta que una vez se armó de valor para hablar con su novio y pedirle que mientras estuvieran juntos conversando, comiendo o simplemente compartiendo otra actividad, por más que recibiera mensajes, esperara a que finalizara su conversación y posteriormente revisara todo. Eso ayudó mucho a su relación.
Lisette nos dejó una serie de consejos que ella le da a sus pacientes cuando están ante una situación como las que hemos mencionado: Primero nos dijo que es fundamental establecer límites y normas del uso de los aparatos en cuanto a tiempo y momento. Con los hijos adolescentes, tenemos que recordar que han nacido en una época tecnológica, pero es necesario enseñarles a ser sociables. Para las personas que son tímidas, evitar el uso de este tipo de aparatos, pues los usan como válvula de escape y no aprenden a enfrentar las situaciones ni a socializar. Los conflictos en pareja nunca deben ser planteados a través de una mensajería sino cara a cara. Es necesario reconocer que la comunicación a través de mensajería es necesaria en ciertas actividades diarias y de trabajo pero no debemos permitir que sea el medio de comunicación para expresar sentimientos y emociones.
También es importante ponerle un límite a nuestro trabajo y no llevarlo a la casa al final de la tarde o los fines de semana, pues la tecnología nos brinda la posibilidad de hacerlo a través de los celulares y la tendencia nuestra es a hacerlo.
La Dra. Lisette Vega puede ser contactada al (0424) 199.6136 o en twitter: @livega o Facebook: Lisette Vega
