Diego Pizzagalli invirtió 10 años de su vida a la investigación sobre la depresión en la Universidad de Harvard, Estados Unidos. Luego de largas horas de trabajo, Pizzagalli llegó a la conclusión de que había logrado desarrollar un software que podría tratar la depresión. Entusiasmado por su descubrimiento, acudió a la incubadora de emprendimiento Canterbury Road Partners para convertir su descubrimiento científico en una aplicación: MoodTune.
MoodTune consiste en una serie de juegos sencillos que, al ser utilizado regularmente, la depresión podría disminuir o incluso, desaparecer. Sólo bastará con encender la aplicación, jugar unos quince minutos diarios y listo. Podría algo tan sencillo ser la solución a un estado emocional tan complejo?
La teoría de Pizzagalli explica que ciertas partes del cerebro se iluminan como respuesta a ciertas actividades o tratamientos. Si esta “iluminación” ocurre, significa que el tratamiento está funcionando. Pizzagalli propone una forma de iluminar estas regiones a través de la toma de decisión rápidas con la utilización de juegos.
Según su creador, MoodTune podría fortalecer los circuito del cerebro, rompiendo el ciclo de depresión en los pacientes. Para la versión prototipo, la aplicación lleva el nombre de BrainTracer, actualmente disponible para los usuarios especializados en centros de salud.
Una vez que MoodTune se encuentre en el mercado, los usuarios podrán acceder a siete juegos diseñados especialmente para combatir la depresión. Por ejemplo, en uno de los juegos aparecerán fotografías a las cuales los pacientes deberán clasificar como “feliz” o “triste” mientras las palabras corren rápidamente sobre ellas. Al culminar el juego, el paciente recibe su calificación en la actividad y en su proceso evolutivo.
Para la versión prototipo BrainTracer, los usuarios deben pagar entre $30 y $50 dólares mensuales para poder utilizarla. Ciertamente mucho más económico que el tratamiento usual para la depresión.
El gran problema de Moodtune y BrainTracer recae en la falta de soporte científico. Aunque su creador es especialista en el tema, no existe ningún tipo de respaldo médico que compruebe que ciertamente funciona. Podría ser un simple juego como TetriS, Farmville o Angry Birds. Si esto es así, podría ser que lanzar pájaros hacia cajas de cartón y cerdos molestos combatir la depresión? No produce más depresión y estrés el tener que pedirle a todos tus amigos de Facebook vacas y tratores para poder mantener tus animales virtuales? Cómo el reconocer si en la fotografía a niña está feliz o triste? Y si pago los $50 dólares y no sirve de nada y perdí mi dinero?... Son sólo algunas preguntas, que sin duda alguna, podrían aumentar la depresión de un paciente.
Crees que esta aplicación realmente funcione o dejamos los juegos únicamente para los gamers?
(Información extraída de: http://www.popsci.com/technology/article/2013-02/depression-app)