¿Dónde somos más responsables?

Luego de ir conociendo de cerca los efectos del cambio climático, muchas personas han tomado conciencia y han decidido cambiar sus hábitos, tanto de consumo, como de aseo personal y de comportamiento para colaborar a contrarrestar los efectos del daño que le hemos hecho al planeta.

Se ha reducido el tiempo durante la ducha, se ha comenzado a reciclar e incluso se han comenzado a hacer compras responsables para contribuir con empresas que están comprometidas con el medio ambiente y los proyectos sociales.

Esto sucede en casa pero, ¿qué pasa en el trabajo? ¿Han cambiado los hábitos? La respuesta parece ser negativa. Al parecer, por la falta de incidencia económica en los bolsillos de los colaboradores, no son todos los que han tomado conciencia y han tomado acciones correctivas al respecto.

Los chorros de agua se dejan abiertos, se imprimen muchas hojas sin necesidad, se dejan encendidas las luces, los aires acondicionados, incidiendo directamente en el consumo de la compañía.

¿No es en el trabajo donde deberíamos tomar la mayor cantidad de medidas? Por supuesto que sí, porque es aquí donde pasamos la mayor parte del tiempo y donde realmente va a tener impacto algunas de las acciones que tomemos en torno a esta misión.

Otra de las preguntas que podríamos plantearnos es :¿de quién es la culpa? Posiblemente de la empresa que no se ha ocupado de involucrar a su personal en las actividades que promueven la preservación de los recursos y las acciones en pro del medio ambiente y la sociedad. El cambio debe empezar desde la directiva y hacer un efecto paraguas entre sus colaboradores para que, de esa manera, todos caminen hacia una misma dirección.

De la misma forma en que se plantean los objetivos de negocio, todos y cada uno de los empleados de la compañía deben conocer los planes, tanto internos como externos, de Responsabilidad Social que está implementando la compañía.

¡Involucra a tus empleados y verás como el cambio sucede!

Fuente: Expok News