El tema de la Responsabilidad Social de las empresas, ha cobrado gran auge a nivel nacional e internacional; no sólo por su importancia sino también por lo difícil que, a veces resulta llevarla a la práctica. Es decir, lograr llevar a la práctica, un programa que impacte positivamente en la sociedad y genere reputación y reconocimiento hacia la imagen de la empresa o negocio.
¿Qué significa ser socialmente responsable?
Responderemos esta pregunta, acogiéndonos a la definición de la Comisión Europea: “Ser socialmente responsable no significa cumplir plenamente las obligaciones jurídicas, sino también ir más allá de su cumplimiento invirtiendo “más” en el capital humano, el entorno y las relaciones con sus interlocutores”.
¿Qué caracteriza a las acciones realizadas en el marco de la Responsabilidad Social?
Son voluntarias
Cualquier acción de responsabilidad social que una empresa o negocio realice, debe ser voluntaria; no impuesta. Para ello, deberán estar fundamentadas en la idea de que toda organización responde a unos criterios éticos, que a su vez, sufren adaptaciones de acuerdo con las exigencias y realidades de los grupos de interés.
Están bien diseñadas y planificadas
Ninguna acción social debe ser tomada a la ligera. Por el contrario, debe ser evaluada por todos los involucrados a fin de poder determinar exactamente su impacto, fortalezas, debilidades y ventajas competitivas.
Cuentan con la participación de todos los empleados
Las decisiones que tome la empresa en relación con la responsabilidad social deben ser fruto del estudio y acuerdos a los que se llegue con todos los empleados. Ellos deben estar involucrados tanto en el diseño como en la ejecución de las actividades. La responsabilidad social no pertenece sólo a los dueños y gerentes del negocio; debe ser parte fundamental de la cultura ética del negocio.