El construir un startup desde cero es una de las hazañas más difíciles que un nuevo emprendedor puede realizar hoy en día. No sólo es difícil convencer a aquellos que poseen capital que tu idea puede ayudar a la comunidad y además hacerles recuperar su inversión, sino que el mismo mercado de startups es muy voraz y competitivo.
Si estás pensando en iniciar tu propio startup, es muy probable que hayas buscado consejo de personas con experiencia, guias y tutoriales en internet para sentirte más que preparado. Pero, ¿sabes qué cosas no deberías hacer? En ciertos casos puedes toparte por el fracaso no por algo que no hiciste bien, sino por una acción que no debiste haber realizado.
Hagas lo que hagas, no hagas pública tu idea.
Tu startup, tu futura empresa y hasta tu nueva carrera como emprendedor están dependiendo por completo en esa excelente idea que tienes en mente. Es posible que con tu entusiasmo y ánimos de darle vida, le estés comentado a todos tus amigos y familiares lo genial que es tu idea y cómo funcionaría tu startup, pero este puede hacer que una persona se copie de tu idea y llegue al mercado antes que tú.
Si llega a ser realmente necesario que compartas tu idea con alguien que no es de confianza, asegúrate de firmar un acuerdo de confidencialidad o algún trato para asegurarte que deban pensarlo más de una vez antes de querer arrebatarte tu genial idea.
Toma consejo, pero no te afinques del todo en ellos.
A lo largo de tu startup te encontrarás con muchas personas que te ofrecerán consejos que han obtenido a través de sus experiencias, y a pesar de que esta información es valiosa, debes recordar que ningún startup es igual a otro. Un consejo que le pudo servir a alguien en su startup no necesariamente puede ayudarte a ti, es por esto que no debes seguir ciegamente su consejo, sino analizarlo y decidir si lo aplicas o no.
No trabajes sólo bajo ningún concepto.
La carrera de un emprendedor es ardua, agotadora y puede consumir mucho tiempo, en especial cuando te estás dedicando a construir un startup sin ningún socio.
Para asegurarte de que el estrés no se convierta en tu compañero del día a día, busca socios que compartan tu visión y que sean de confianza para que de esta manera puedas distribuir equitativamente las responsabilidades y no te desgastes en el proceso.
Escucha al cliente, pero no cumplas cada una de sus demandas.
Es cierto que los clientes son el corazón de toda empresa y que su feedback es realmente valioso a la hora de desarrollar productos y servicios, pero sus opiniones no siempre deben ser órdenes para ti. Tú decidiste iniciar un startup porque tienes plena fe en tu producto, y a pesar de que los comentarios de los clientes te ayudan a pulir tu producto, el cumplir todas sus demandas puede retrasar fuertemente el lanzamiento de tu producto.
De igual forma, si realizas cambios constantes a tu producto para complacer a todos los clientes, puede que termines con un producto completamente diferente al inicial y que ya no atraiga a un público tan grande como lo hizo en un principio.
No esperes hasta el final para conseguir inversores.
Una de las partes más difíciles de construir un startup es conseguir el dinero, por lo que mientras más pronto empieces para conseguir el financiamiento, mejor. Debes tener en cuenta que, a pesar de que varios inversores pueden ser convencidos con planes de negocios y varias presentaciones, los inversores más grandes exigirán un startup con una base sólida y que genere una inversión segura, así que trabaja duro para tener todas las herramientas necesarias para poder convencer a cualquier inversor.
Recuerda, mientras más tiempo tardes en entrar al mercado, más te estarías arriesgando a que otro emprendedor lance un producto similar al tuyo, haciendo que tu startup pierda fuerza y los consumidores confíen menos en él.
No hagas tu producto público hasta que esté completo.
A pesar de los que “Lean Startup”, en el cual el emprendedor ofrece un prototipo de producto y lo va modificando con la ayuda de los clientes, son más estables que un startup regular, te estarías arriesgando a que ningún inversor tenga total fe en tu startup dado a que no conocen el producto final.
Sabiendo esto, es ideal que muevas cielo y tierra para lanzar tu producto al mercado estando completo y en su versión final siguiendo todos los pasos de tu plan de negocio. Si tu producto es verdaderamente bueno y atractivo, no tendrás problema alguno para venderlo.
No hagas todo tú sólo, ¡busca un buen equipo!
Sí es verdad que a este punto del startup deberías tener varios socios para repartir las responsabilidades equitativamente, pero si también tienes un buen equipo a tu disposición para darle más fuerza a tu startup, el éxito de tu producto está casi asegurado.
Sólo beneficios podrán venir si tienes un equipo que se encargue de dar a conocer tu producto en el mercado, que se encargue de tratar con los clientes y de realizar las ventas. Sí es verdad que deberás pagarles, sea con dinero o acciones de la empresa, pero este precio no se compara con el poder asegurar el éxito de tu startup.
Tu no plan de negocio no puede tener fallas.
El plan de negocio es el primer paso para alcanzar el éxito, este se convertirá en tu guía a lo largo del crecimiento de tu startup y no puedes darte el lujo de que tenga fallas.
Invierte gran parte de tu tiempo en analizar las posibles falles, la demográfica del mercado y todos los detalles importantes de tu futura empresa; cuando tu plan esté finalizado, ejecuta cada paso con cautela y paciencia para alcanzar el éxito.
No te conformes con la información que tienes ahora, ¡sigue investigando!
Lo que mantiene a una empresa con vida es su capacidad de evolucionar y adaptarse a todas las tendencias, por lo que no es de extrañarse que un startup deba hacer lo mismo.
Asiste a todos los foros y ferias de interés que puedas para mantenerte al tanto de todas las modas y así modificar tu plan de negocio y producto a medida que avanza.
No te enfoques únicamente en el dinero.
Aunque muchas personas buscan iniciar un startup y desarrollar productos con la única motivación de que pueden ganar mucho dinero, este objetivo no es tan poderoso como las ganas de revolucionar al mundo y ayudar a la humanidad con tu innovador producto.
Cuando estés pensando en qué producto desarrollar, enfócate únicamente en que este sea genial, atractivo y que simplemente sea tan bueno que ninguna persona pueda ignorarlo. No te preocupes por los costos ni cómo harás para venderlo, cuando idees el producto, el dinero debería de ser tu ultima preocupación, después de todo, si tu producto es realmente bueno, los inversores confiaran en tu startup.
(Información extraída de: http://javiermegias.com/blog/2012/10/hundir-startup-10-pasos-errores-emprender/)