Nataly Kogan, creadora de la aplicación “Happier”, cree que esto es posible. Ha tomado una buena serie de críticas acerca de su visión. Poca gente relacionaría la felicidad con el estrés y la incertidumbre de poder perderlo todo. Pero la fundadora de Happier, cree que las semillas de su compañía fueron plantadas cuando ella tenía 13 años, viviendo en un campamento de refugiados en Austria luego de huir de la Unión Soviética. No tenía hogar, ni dinero, ni pasaporte y tenía un futuro muy oscuro.
A pesar de las terribles circunstancias de la familia Kogan, su padre un optimista "a juro" decidió irse de turismo a la famosa ópera estatal de Viena, y la pasión de su joven hija por la positividad empezó a florecer. Dos décadas mas tarde, Kogan es ahora una exitosa emprendedora americana, con una carrera respetable y un arranque exitoso.
Hace un año, Nataly decidió convertir la lección de su padre en un nuevo proyecto: Happier, una aplicación para móviles que ayuda a los usuarios a documentar las cosas que los hacen más felices, con la meta de eventualmente crear un “gráfico de felicidad” basado en estos datos, que permitirá a la gente descubrir nuevos métodos de perseguir la felicidad.
Happier fue lanzado para iPhone en Febrero, con calificaciones muy buenas, pero su visión única no está libre de una buena cantidad de críticas. “Hay mucho escepticismo”, dice Kogan. “Mucha gente dice ‘Una aplicación no puede hacerme feliz’”. Y, ¿qué hará Kogan con estos comentarios? Convertir las críticas en conversaciones y usarlas para construir una fundación más sólida!
Al igual que su padre, Nataly encontró la manera de convertir una situación desfavorable en una experiencia de aprendizaje libre.
¿Crees que una aplicación que recopile los mejores momentos de tu vida pueda hacerte feliz?
(Información extraída de: http://www.fastcompany.com/3007257/the-takeaway/can-app-actually-make-you-happier)
Considero que la amiga creo algo no muy innovador, sin embargo, considero su idea muy optimista y sobretodo, de mucha ayuda para esos momentos en que el animo esta algo caído. Muchas veces se puede encontrar una muy sutil sonrisa en una valla o pancarta, quizás en ella éste el reflejo de algo que estamos añorando, o simplemente hace jocoso aquello que nos esta martirizando. En fin, yo entiendo tu propósito y te felicito.