En los negocios, sobretodo en el inicio de las empresas, la mayoría de sus estructuras y estrategias se desarrollan a base de ensayo y error. Ningún startup tiene el éxito asegurado, queda de parte del desempeño de sus directores el superar los obstáculos y fortalecer el equipo de trabajo para impulsar la empresa hasta cumplir los objetivos.
Aunque el financiamiento y la situación del mercado son factores importantes dentro de toda empresa, el equipo de trabajo es la columna vertebral de todo desempeño. Si dentro de una cesta de fresas hay una que no está en buen estado, todas pueden verse afectadas. Lo mismo ocurre en un equipo de trabajo, si una persona es tóxica o no está realizando bien su trabajo, el engranaje empresarial pierde su movimiento y el negocio fracasa.
Como no queremos que tu empresa caiga en picada, compartimos contigo tres perfiles de trabajadores que deberías evitar a toda costa dentro de tu equipo de trabajo. Despedir a alguien es una experiencia desagradable, pero tratándose del bienestar de tu empresa, es un mal rato necesario para alcanzar la estabilidad.
1. La víctima: este tipo de trabajador se queja por todo y tiene la mala costumbre de comprar sus trabajos anteriores con el que se encuentra para el momento. Suele pensar que no le pagan lo suficiente por hacer las cosas que se piden en el startup y que merece una clase de premio por presentarse en la jornada laboral. Este tipo de empleado suele infectar el ambiente con negatividad, convirtiendo todos los procesos es una experiencia tediosa y desagradable. Es pesimista, no sabe presentar ideas creativas y rechaza la evolución personal, algo terrible para una empresa en crecimiento.
2. El sabelotodo: es una persona arrogante que piensa que sabe todo sobre un negocio; no es un experto en la materia, pero así lo cree. Desestimará las contribuciones de los demás dando las suyas como las mejores, tratando a la empresa como si fuera de su propiedad. Este tipo de trabajadores, aún cuando tienen buenas intenciones, tal vez no sean capaces de respetar las decisiones de sus propios jefes. Es importante que dentro de tu startup se cultive una actitud de apertura frente al aprendizaje; todos dentro de la empresa pueden aportar nuevas experiencias y aprender de sus colegas.
3. El no-creyente: alguien que no cree en la idea del startup nunca debería aceptar trabajar con emprendedores en fases iniciales. La negatividad y falta de razones para dedicarse en cuerpo y alma al proyecto puede ser un obstáculo para las demás personas del equipo. Para un emprendedor las dudas son constantes, y bastantes. Si tu propio equipo no cree en el proyecto, quién te ayudará a impulsar el proyecto en los momentos difíciles?
Ser emprendedor significa tomar decisiones difíciles. Todo se puede resolver conversando, pero si la solución es un despido (en buenos términos, legal y educadamente), definitivamente es un mal rato necesario.,
(Información extraída de: http://emprendedores.ticbeat.com/personas-deberias-despedir-inmediatamente/)