La mejor herramienta para la adaptación, es la curiosidad. Aprender es algo que nos aleja del miedo, y esto nos permite acoplarnos al medio en el que nos encontramos. Adaptarse es un desafío que lleva a aumentar la empleabilidad. Muchas empresas demandan profesionales que tengan esta capacidad; además, solicitan aprendizaje continuo y movilidad.
Hay cuatro habilidades, según pilar Jericó, que poseen las personas con un alto potencial: visión e intuición; curiosidad y aprendizaje; compromiso; y determinación.
Demanda en la capacidad de adaptación
Adaptarse rápidamente a una organización es una cualidad altamente demandada por las empresas. Debes tener un perfil transversal, además de la capacidad de realizar múltiples tareas. La resolución de problemas, la inteligencia emocional y la sabia toma de decisiones, son elementos de adaptación, con alta demanda en los perfiles de los potenciales empleados.
La inteligencia emocional ayuda a la convivencia y a la toma de decisiones adecuadas. Y es en esa toma de decisiones donde muchas personas fallan. Muchos se marchitan ante momentos de incertidumbre, pero hay quienes no. Es así como se mide la talla de ser líder. Son necesarios profesionales capaces de afrontar y resolver.
Salir de la zona de confort
Si estás yendo al trabajo, pero no a trabajar ¿por qué te mantienes en esa zona segura?. Si no haces nada al respecto, permanecerás allí y no lograrás marcar la diferencia.
Muchos profesionales viven en esta situación. Esto suele desembocar el "Síndrome de despido interior", referida a empleados que están en su puesto haciendo otras cosas, o simplemente sin trabajar. Nos sentimos vulnerables cuando no logramos responder ante preguntas como "¿seré capaz? ¿qué ocurrirá? ¿qué dirán?". Solo fuera del área de confort aprendemos, descubrimos, participamos y crecemos. Hay que disfrutar de cosas nuevas, sin temores. Nada de eso, pues estas cosas nuevas son las que nos harán crecer como profesionales.