Existen varios métodos para conservar alimentos. Tales como: salado, deshidratación, encurtidos y refrigeración. Este último, por las características de la vida moderna es el más empleado. A él pertenecen tanto la refrigeración misma como la congelación. A continuación te daremos interesantes tips al respecto.
Antes de decidirte cualquier método de conservación de alimentos; recuerda que no es lo mismo conservar frutas, que carne, pescado o lácteos.
Tips para conservar con éxito, los alimentos
Refrigeración:
Mantener los alimentos fríos evita que se reproduzcan ciertas bacterias. Es un método ideal para los alimentos que no se almacenarán por mucho tiempo. Es decir, que se van a consumir dentro de 3 a 5 días. En especial, si se trata de carnes, frutas y verduras. Los lácteos y los vegetales empleados para condimentar, pueden durar algo más que una semana.
Independientemente del producto que desees refrigerar, lo que más puede afectar su permanencia en buen estado, en el refrigerador, es la técnica y lugar de envasado. Así que recuerda:
- Emplea envases que cierren herméticamente.
- Si son frutas o vegetales, sécalas bien antes de envasarlas.
- Las frutas deben almacenarse en gavetas o recipientes distintos a los de otros vegetales. Producto de su maduración; las primeras liberan mucho etileno, lo que acelera la descomposición de otros vegetales.
- Envasa las verduras sin amontonarlas. Lo ideal es que quede espacio entre cada una de las unidades.
- Si congelarás por mucho tiempo, algún producto; recuerda identificar fuera del recipiente, su contenido, fecha de almacenamiento y fecha probable en que lo consumirás.
- Organiza muy bien tu refrigerador. La puerta es ideal para bebidas y condimentos, pero recuerda que es la zona menos fría de la nevera. Las frutas y verduras deben almacenarse en las gavetas inferiores; pues es esta zona la más fría. Asimismo, los tramos del fondo, resultan ideales para las carnes y huevos.
No olvides mantener muy limpio tu refrigerador y revisa que la puerta se adhiera perfectamente. Además, crea una rutina semanal de revisión de la nevera para detectar qué alimento debe consumirse primero y reubicarlo, si fuera necesario.