Las horas que duerme un niño son muy importantes en su vida. También, para su descanso y el de su familia. El número de horas de sueño guarda una estrecha relación con la edad del niño.
Así, según la Fundación Nacional del Sueño, de Estados Unidos:
Hasta los dos meses el niño duerme entre 10 y 17 horas. De uno a tres años, unas 12 horas al día. Entre los tres y cinco años se duerme un mínimo de 11 horas y un máximo de 13 horas. De los 5 años en adelante, el tiempo se reduce hasta llegar a 8-9 diarias.
Sin embargo, todos sabemos que, en los niños, la hora de dormir siempre será un desafío. Bien sea porque no quiere dormir, no tiene sueño, no quiere dormir solo o quiere seguir viendo televisión.
Por ello, el especialista europeo en Medicina del sueño, y director de la unidad del sueño, del hospital general de Cataluña, Eduard Estivill; comenta que: “existen alimentos que pueden, en general, servir como ayuda para conciliar el sueño, tanto para adultos como para niños: hidratos de carbono y comidas que contengan triptófano que es un elemento precursor de la melatonina, una hormona que ayuda a dormir”.
El doctor explica que “para tener buen sueño lo ideal es tener unos buenos hábitos tanto alimenticios como de actividades y buenas rutinas” y además dice: “Es necesario que los niños se vayan a dormir a la hora que les corresponde para poder levantarse al día siguiente descansados y estar en pie en la hora necesaria”.
¡Algunos tips para dormir a tus hijos!
Ciertos adultos y, niños también; tienden a despertarse temprano sin tener que colocar una alarma. Si este es el caso de tu hijo, es recomendable pasar para más tarde, su hora de ir a dormir.
“Algo que podría ayudar a que se fuera a la cama es que no hace falta que se duerma, pero sí tiene que quedarse acostado. De esta manera se cambia el objetivo y puede no mostrarse reacio”, explica Dennis Rosen; director y Médico del Centro Pediátrico de Trastornos del Sueño del Hospital Infantil de Boston.
Dennis Rosen, autor del libro Successful Sleep Strategies for Kids afirma en él que “una siesta de no muy larga duración puede ayudar a los niños a manejar mejor sus horas de sueño”.
Si no puede dormir solo
Rosen dice, “los hijos necesitan sentirse seguros y a salvo y por ello quieren que sus padres duerman con ellos o viceversa”.
Para que los hijos comiencen a dormir solos, sin la compañía de sus padres lo mejor es que estén totalmente agotados. En este sentido, es recomendable que la hora de dormir se adelante 30 minutos. Cuando ya se está acostando le dices: “tienes que hacer algo” o que “ya vuelves”. Así se separan de una forma delicada. A medida que pasen los días, ve retrasando la hora de regresar a él.
¿Por qué es importante que el niño duerma lo suficiente?
Estivill dice que “si los niños no descansan las horas necesarias, esto puede afectar, por ejemplo, su estatura, ya que cuando dormimos fabricamos la hormona del crecimiento y la misma puede verse afectada si no dormimos las horas adecuadas”.
El no descansar lo necesario puede traer consecuencias como: la falta de concentración, problemas con el aprendizaje, obstáculos para comprender las emociones de las demás personas.