Hay ocasiones, en las que un almuerzo sería demasiado formal y, al mismo tiempo, un desayuno resulta muy complicado y arduo por la hora a la que debe realizarse; por eso, un brunch es la opción ideal.
Lo que no te puede faltar para el brunch perfecto
Las frutas, los huevos, el pan y los platos dulces no pueden faltar en la mesa, al momento del brunch. Su característica especial es que cuenta con numerosos platos variados.
Para que esto sea realmente efectivo y todos los miembros de la familia queden encantados; debes tomar en cuenta lo siguiente:
1- Horario:
Usualmente los brunch son de 11 de la mañana a la 1 o 2 del mediodía. Que no alcancen el desayuno y que no afecte al momento de almorzar.
2- Espacio:
Escoge muy bien dónde colocar las comidas, de qué manera y los espacios; así organizarás todo para que tus invitados estén cómodos y disfruten mucho. Recuerda, que la idea es ofrecer algo delicioso y que pueda hacerse estilo "Self service".
3- Creatividad:
Sin tener decoración lujosa puedes apostar por colocar utensilios y aprovechar espacios de una manera amena y que el ambiente sea relajado.
4- Bebidas:
El brunch puede ser servido con jugos, pero también puedes incluir cocteles, cervezas, entre otras bebidas.
Las frutas dan color y un toque de frescura en el ambiente. Puedes utilizarlas en cualquier presentación o incluso en smoothie. Eso sí, te recomendamos que siempre tengas las frutas de la temporada.
El pan es un alimento básico en cualquier brunch y si es casero, mejor. Una de las recetas más queridas es el pan cortado en rebanadas, acompañado con aceite de oliva, mantequilla, siropes o mermeladas.
Otro plato que no debe faltar son los huevos. Puedes ofrecerlos en sus distintas presentaciones: fritos, revueltos, sancochados, etc.
Con las bebidas puedes jugar un poco, puedes servir desde café o té caliente hasta unos cocteles y copas de vino.