Hoy celebramos el Día Mundial del Síndrome de Down; un día en el que se busca aumentar la conciencia pública sobre el tema y recordar la dignidad y el valor de las personas que poseen esta discapacidad intelectual. Aprovecharemos esta ocasión para ser canal de información fundamental sobre este síndrome, probablemente ignorada por muchos.
Comenzamos respondiendo una pregunta para la que muchos creen tener la respuesta, pero en realidad no es así:
¿Qué es realmente el Síndrome de Down?
Desde el ámbito científico, es una combinación cromosómica natural, que siempre ha formado parte de la condición humana. Existe en todas partes del mundo, y suele reflejarse en las formas de aprendizaje, la salud y las características físicas de las personas que la presentan. Para lograr el máximo desarrollo de éstas es vital brindarles adecuada atención médica y apoyarlos con programas de intervención temprana y de enseñanza.
¿Cuál es su causa?
Está causado por un mayor número de cromosomas. Normalmente, las personas tienen 23 pares de ellos. De cada par, una mitad proviene de la madre y la otra proviene del padre. Es decir, de cada par se hereda un cromosoma del óvulo y uno del espermatozoide. Pero a veces, algo sale mal antes de la fertilización, pues un óvulo o un espermatozoide al desarrollarse cuenta con un cromosoma 21 de más. Entonces, cuando alguno de ellos se une con su célula contraria en estado normal, el embrión resultante posee 47 cromosomas en vez de 46.
¿Cómo se diferencian las personas con este síndrome?
Las personas con Síndrome de Down, tienen mucha más similitud que diferencias, con personas que tienen un desarrollo regular. Esta gran comunidad tiene personalidades variadas; distintos estilos de aprendizaje, inteligencia y humores; diferentes maneras de congeniar; actitudes variadas. Son niños con una increíble inteligencia social.
Físicamente, tienen ojos y orejas chicas. Pueden tener bocas pequeñas y su nariz, también es más pequeña y hundida. Algunos tienen cuellos cortos y manos reducidas.
Los bebés con Síndrome de Down, se desarrollan más lento que otros bebés; comienzan a caminar un poco más tarde. Cuando crecen suelen ser más pequeños de tamaño.
Las personas con esta condición, tienen más probabilidades de sufrir ciertos problemas en su salud (infecciones, problemas digestivos, problemas cardíacos, entre otros).
¿Cómo es su estilo de vida?
Hace algún tiempo, los niños con Síndrome de Down no llegaban más allá de la infancia. Era común que enfermaran, y que la cura fuese muy complicada. Pero, en la actualidad, esos problemas de salud pueden tratarse, y los niños con esta condición pueden llegar a la adultez.
Son niños como cualquier otro, que pueden tener alguna dificultad en cualquier aspecto de su desarrollo, al que deberán hacer frente. Y muchas veces, igual que todos, necesitan una mano que los ayude y sea su amiga.
¡Por supuesto que asisten a la escuela!
Aunque aprenden más lento que el resto de los niños, no significa que no puedan asistir a una institución educativa. Existen programas que, a partir de la edad preescolar, reciben a los niños con Síndrome de Down para que desarrollen sus habilidades. Muchos de ellos logran integrarse en las aulas como cualquier otro niño.
En general, las personas con Síndrome de Down hacen la mayoría de las cosas que hacen los demás. Pueden salir a caminar, conversan, tienen cierto nivel de independencia. Son personas sumamente cariñosas y especiales, preocupadas por los demás. Con gran sensibilidad social e inmensos deseos y cualidades para serle útil a la sociedad. Es por eso que un día como hoy se les honra y se les da el valor e importancia que merecen.