Es probable que, en cualquier momento de tu trayectoria en los estudios, necesites hacer un resumen. Muchas veces, cuando necesitamos estudiar, no sabemos realmente qué es lo más importante, y esto nos frustra. Nos complica porque, hay un exceso de información que no necesitamos; y muchas veces, no tenemos consciencia de ello. Además, como estudiante, puede que tengas un tiempo limitado. Por ello, reducir la información a puntos de importancia, es clave para centrar tu tiempo y mejorar tu eficiencia. Para esto,
Pasos para hacer un buen resumen
El tema principal y los subtemas
Es necesario que hagas una exploración del tema principal y los subtemas dentro de él. Para lograrlo, haz una lectura completa del texto, y así tendrás una noción de cuál es la principal idea del contenido.
Organiza la información
Seguido del primer paso, identifica mentalmente las partes que componen la estructura del texto. Así tendrás una idea de qué profundidad y extensión deberá tener el resumen.
Haz anotaciones
Puedes añadir pequeñas nota, puntos y palabras clave en el margen del texto. Esto, lo debes hacer antes de comenzar a trabajar en el resumen. Así, te facilitarás la tarea de identificar la idea principal de los contenidos que conforman los párrafos, debajo de los subtítulos.
Subraya
Este paso consiste en separar la información imprescindible, de la que no tiene tanta importancia. Con un marcador resaltador, subraya esas ideas importantes que necesitas para tu resumen.
Ojo, muchas veces pareciera que pasamos una brocha de pintura en toda la página donde está escrito el texto. Trata de evitar esto; concéntrate en las ideas realmente importantes, y que no se repitan.
Realiza un esquema con el contenido
Cuando ya hayas apartado las ideas principales y la esencia del texto, haz un mapa mental. Así lograrás visualizar el contenido, y cómo se van relacionando las ideas. Al momento de la redacción, podrás escribir con coherencia, y lograrás memorizar de manera adecuada la información.
¡Comienza a redactar!
Pon tus manos a la obra y comienza a escribir lo que obtuviste de los procesos anteriores. Utiliza como base las anotaciones, la parte subrayada y el esquema. Divide tu contenido en párrafos concisos, para facilitar su lectura. Además, deberás hacerlo de forma organizada para hacer que el proceso de memorización sea más sencillo; puedes utilizar sangrías, negrillas, distintos tamaños de letra, entre otros.