El ruido blanco puede ser el sonido del televisor o de la radio sin sintonizar. También el sonido constante y uniforme de un aire acondicionado. En ambos casos, hablamos de un ruido blanco.
Este se caracteriza por ser una señal de sonido que contiene todas las frecuencias y éstas son de la misma potencia.
El ruido blanco permite que el nivel del umbral auditivo alcance su velocidad máxima. Esto quiere decir que, cuando se tiene este tipo de sonidos de fondo, los estímulos auditivos más intensos son menos capaces de activar la corteza cerebral durante el sueño.
Esto hace que algunas personas logren dormirse más rápido si tienen la TV encendida con un volumen moderado, por ejemplo.
El ruido blanco puede ayudar a tapar sonidos más inestables y de intensidades que varían, como por ejemplo los ronquidos.
Los dispositivos que emiten ruido blanco, así como aplicaciones móviles que tienen incorporados sonidos de este tipo (como Spotify, el cual tiene una lista de reproducción), son algunas de las ofertas en el mercado que aseguran que esto mejora la calidad de sueño.
¿Cuáles son los efectos positivos del ruido blanco?
Según los expertos, el ruido blanco es el ideal para tapar otros sonidos que provienen del ambiente. Como autos, cornetas, construcciones, ladridos de perros, etc.
Sirve para quienes se despiertan con cualquier interrupción repentina de sonido. Ya que el oído es el único de los sentidos que se mantiene funcionando incluso en el sueño. El ruido blanco sirve para bloquear otros sonidos cuyas frecuencias son alteradas y pueden estimular la corteza cerebral.
¿Tiene contraindicaciones?
Si el volumen no es exageradamente alto, no hay manera de que pueda afectar la audición. El ser humano cuenta con un número limitado (unas 10.000) de células ciliadas. Estas son las encargadas de captar el sonido y son quienes reciben los sonidos de alta frecuencia y que, con el envejecimiento, comienzan a fallar.