Frecuentemente el término "innovar" es confundido con ser creativo; con la generación de ideas, con crear nuevos productos. Además, muchas personas, tienen una noción subjetiva de este concepto. Por eso, te señalaremos algunos aspectos que debes tomar en cuenta para no confundirte.
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Innovar no es sólo generar ideas
Cuando una idea es generada, debe validarse su factibilidad. Con esta validación, la idea se puede desarrollar.
No toda "innovación" es "innovación"
Toda idea que se convierta en invención, nace sin ningún tipo de valor. Este se adquiere si alguna persona decide comprarlo; y una vez que este valor se consigue, la invención se convierte en innovación.
Invertir no es innovar
De manera frecuente, vemos noticias sobre quienes invierten en educación, industria o infraestructura. Esta inversión es favorable para la innovación, y es esencial para que ésta se pueda ejecutar como se debe. Pero si una inversión se realiza sin un fin de investigación que busque romper con cualquier paradigma, el ingreso sólo será eso: una inversión.
En resumidas cuentas...
Innovar es elaborar algo nuevo, algo que adquiera valor. Se cuenta con parámetros para tomar medida de ese "extra" que se logró conseguir. No basta con tener creatividad, con generar ideas. Innovar implica una materialización que sea apreciada, que sea deseada. Que deje al resto del mundo con curiosidad y deseo de adquisición.