A muchos nos parece absurdo que estemos en pleno siglo XXI y todavía existan problemas tan arcaicos como el racismo y otros tipos de discriminación. Y esto es una verdad que no podemos ocultar. Hoy, sigue habiendo problemas por nuestros orígenes o el color de nuestra piel; incluso, en el campo laboral, entre otros. En este sentido, han sido varios los estudios realizados para explicarlo y resolverlo. Uno de ellos fue hecho por David Edmonds, quien trajo a luz el concepto de prejuicio implícito.
¿Qué es el prejuicio implícito?
El prejuicio implícito proviene de la Prueba de Asociación Implícita (o Implicit Association Test, IAT en inglés) que busca medir los prejuicios que podemos tener de forma natural en nuestro ser. David Edmonds partía de la hipótesis de que todos nacemos con cierto prejuicio hacia las mujeres, los hombres, color de piel, homosexuales, etc.
Nació hace más de dos décadas; fue creada por estudiantes de la Universidad de Yale en busca de explicaciones a este fenómeno. La Universidad de Harvard también creó un test bajo el mismo concepto, como parte de su Proyecto Implícito. Si estás interesado en realizar el test, lo puedes hacer aquí.
Desde la creación de este test, se ha estado discutiendo sobre el tema del prejuicio implícito. Se piensa que todos poseemos ideas inconscientes sobre ciertos rasgos de las personas. Y que esto se puede evidenciar cuando vayamos a escoger a una persona para un trabajo, una admisión, entre otros.
El test posee distintas partes y depende de lo que está buscando medir. Si, por ejemplo, quiere medir las ideas que se tienen del hombre y la mujer en posiciones de poder, se muestra primero una carta de aplicación a un puesto de trabajo. En ella se deberá juzgar si se cree que la persona es femenino o masculino. A su vez, mandan a asociar palabras de liderazgo, seguidor, hombre y mujer con teclas lo más rápido posible. De esta forma se podría ver un patrón inconsciente de las respuestas obtenidas.
El efecto de este estudio
Este estudio se ha tomado como punto de partida para poder disminuir los niveles de racismo a lo largo del mundo. Y a pesar de que todavía falta mucho por recorrer, debemos admitir que ha habido progreso. En Estados Unidos, por ejemplo, 94% de las personas se oponían a los matrimonios interraciales; esta cifra decayó a un 11% en el 2013, afirma la BBC. Pero muchos se niegan a establecer que esto se debe gracias al test.
Muchas son las compañías que hoy en día utilizan este test para evitar tener un prejuicio a la hora de contratar personal. Pero lo más impresionante de todo es cómo hasta las personas más igualitarias obtienen resultados sesgados a la preferencia de personas blancas sobre negras -o viceversa-. Varias de ellas comentan estar alegres de conocer dichos resultados, para estar conscientes. Los mencionan como si fuese algo externo a ellos.
Por otro lado, muchos son quienes están en contra de este test. En las palabras de uno (publicado por Quartz) "es irrelevante términos como el prejuicio implícito, cuando la verdad es que 1 de cada 15 adultos negros y 1 de cada 9 entre los 20 y 34 años está en la cárcel." Además, otros establecen que es difícil definir este prejuicio cuando, por ejemplo, sólo se ha hablado con 9 personas de color en su vida. No hay forma de crear un criterio justificado a través de este estudio.
Replicabilidad
Una de las características que se toman en cuenta para ver como verídico este estudio es que pueda ser replicable. Es decir, que los resultados del lunes puedan ser los mismos el martes y así sucesivamente; que no haya nuevos factores que se tomen en consideración. Pero esto no es así. El profesor Greg Mitchell, de la Universidad de Virginia, establece que la replicabilidad de esta prueba es muy baja. Puede salir que tengas un prejuicio muy fuerte a las personas afro-descendientes, haces el test una hora después y obtengas resultados completamente distintos.
La explicación de esto es que el test depende de las circunstancias en que haya sido tomado. El comportamiento humano es sumamente complicado; puede ser afectado por cuestiones como la comida o el clima. Y todo esto afecta nuestro desempeño en la prueba.
Por último, parece ser que las conclusiones más aceptadas es que este test sirve de herramienta, pero no es suficiente. Éste todavía no muestra cómo se puede resolver el problema de la segregación. Faltan respuestas de cómo nuestro comportamiento interactúa con el prejuicio implícito, y cómo se puede solventar.