Se sabe más bien poco sobre esta dolencia que aunque parece depender del desarrollo tecnológico lleva varios años sumando afectados. Conocida también por el sobrenombre de «alergia al wifi» -aunque su impacto sobre la salud no depende exclusivamente de redes inalámbricas-, lo que sí se sabe es que se trata de una enfermedad generada por la exposición continuada a campos electromagnéticos y que puede dar lugar a síntomas como la pérdida de la memoria a corto plazo, vómitos, dolores de cabeza, mareos o irritación, que se intensifican cuando el afectado permanece próximo a aparatos eléctricos.
Pacientes electrosensibles y expertos españoles ven en Suecia el paraíso en el que esta enfermedad dejaría de ser algo extraño. Se trata del primer país que ha reconocido la electrosensibilidad como enfermedad y en consecuencia como causa de baja laboral. No solo no ha hecho falta un pronunciamiento por parte de la OMS para conseguir el logro, sino que el Parlamento Europeo ya ha solicitado a todos los estados miembros seguir los pasos de Suecia y reconocer la electrosensibilidad del modo que merece.
La legislación sueca ha calificado la electrosensibilidad como motivo de discapacidad y ya se están dando los primeros pasos en países como Alemania o Inglaterra para minimizar los efectos de las ondas.
(Fuente: Noticiasnaturistas.com)