Muchas personas, suelen ser un tanto despistadas con respecto a las mentiras. Pero por suerte, hay signos que demuestran con facilidad, cuando alguien no te dice la verdad. Para todos aquellos que no tienen ni la menor idea de que las personas les mienten en sus caras, aquí les daremos unas señales; con ellas, podrán tener seguridad de ello:
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Una pesada respiración
Esto es un acto inmediato; un acto reflejo. Lo podrás notar, porque los hombros de la persona se encogen; y la voz puede tener un tono un poco más bajo de lo habitual. La razón del cambio en la respiración, radica en el hecho de que, por nervios, el ritmo cardíaco y la circulación sanguínea aumentan.
Sus movimientos son rápidos
Cuando le preguntes algo directamente a una persona que miente, ésta moverá su cabeza muy rápido. No importa la dirección; simplemente importa, que lo hace justo antes de responder a tu pregunta. Ésto es, por no tener seguridad sobre su respuesta.
Como un disco rayado
Como una técnica de convencimiento, el mentiroso repetirá una y otra vez un punto. El no tener seguridad, hace que incluso él mismo se quiera convencer. Busca, principalmente, validar la mentira en su mente. Además, la repetición es una manera ideal para ganar tiempo a la hora de formular más mentiras.
Se cubren la boca
Esto es algo automático. Cuando alguien teme enfrentar una situación, o responder una pregunta, suele cubrir su boca. Es decir, no quiere revelar todo lo que tiene por decir: no quiere decir la verdad.
Quietos como una estatua
Cuando una persona está muy rígida, casi inmóvil, quiere decir que se prepara para un enfrentamiento. Normalmente, los nerviosos se encuentran inquietos. Pero llega un punto defensivo, en el que su mayor arma es la quietud. Cuando una conversación normal fluye, es normal que quienes hablan tengan movimientos fluidos; se mueven de una forma sutil, y tranquila, de forma inconsciente.
Sobrecarga de información innecesaria
Cuando alguien miente, habla y habla sin decir mucho. Proporciona demasiada información, explicando detalles innecesarios. Los mentirosos hablan demasiado, porque esperan demostrar que están abiertos a mantener la conversación.
Dificultad en el habla
Los mentirosos tienen dificultad para hablar, a medida que la conversación avanza. En momentos de estrés, el sistema nervioso hace que el flujo de saliva disminuya. La boca se seca, y por eso, la dificultad para modular.
Movimiento en las piernas y los pies
Al no tener seguridad, una persona mueve sus pies más de lo normal. Algunas personas tienen esta costumbre, pero un mentiroso sobrepasa el límite de lo natural. El mentiroso se siente incómodo, nervioso. Por eso, mueve sus piernas sin siquiera notarlo. Esto demuestra que quiere alejarse de la situación.
Mirada fija y tenebrosa
Decimos tenebrosa, porque la persona deja de pestañear. Es una mirada muy fija, y bastante incómoda. El mentiroso hace un esfuerzo extra por mantener el contacto visual, para poder controlar la conversación.
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