Durante las protestas del año 2014 Francis Zambrano y su esposo comenzaron a pensar en la idea de emigrar. Plan que se materializó cuando su casa, ubicada en las afueras de Los Teques, fue violentada por el hampa. Seis meses después llegaron a Bogotá con la meta de trabajar en el área digital. Plan que, por varias causas tuvieron que reajustar hasta dar vida a
Francis, decidida a crecer, aunque sea con miedo
Una vez establecidos en Bogotá, Francis y su esposo deciden asociarse con unos amigos para montar un negocio de comida rápida venezolana. Para lo que invirtieron gran parte de sus ahorros. Lamentablemente, aunque trabajaron mucho por sacarlo adelante, el negocio fracasó.
De inmediato, volvieron a su plan original y su esposo empezó a aplicar a todas las ofertas laborales que se ajustaban a su perfil. Fue a varias entrevistas presenciales y virtuales. Presionado por el reciente embarazo de Francis y porque su estatus migratorio en Colombia era de turistas y se vencería en menos de 15 días.
La única solución era alguna oferta laboral para optar por una visa de trabajo, pero nada se cristalizaba. Justo dos semanas antes de dar a luz su esposo encontró un empleo con un buen sueldo. Pero la cancillería le rechazó la visa de trabajo.
Como en casa
Desesperados, se les ocurrió la idea de usar lo poco que tenían en efectivo para vender hamburguesas vegetarianas. Un plato que preparaban muy bien, pues su esposo es vegetariano. Decidieron arriesgarse y compraron los ingredientes que necesitaban. Dos semanas más tarde, gracias a un préstamo de un amigo, lanzaron “Como en casa”.
En apenas un mes, ya vendían 35 hamburguesas diarias, acompañadas con chips de papas fritas de bolsita comercial y bronwies veganos.
A la par de su emprendimiento su esposo, quien no dejaba de aplicar a las diferentes bolsas de trabajo con la intención de regularizar su estadía en Colombia; logró obtener una buena oportunidad laboral. Lo que los llevó a dejar en pausa su negocio, con la esperanza de retomarlo más tarde.
POR CIERTO
Para esta valiente familia, las crisis siempre dejan un aprendizaje; el de ella es creer en sí mismos así sea con miedo. Actualmente, Francis se ocupa del hogar mientras se prepara para convertirse en escritora, luego de que hace un año una editorial independiente la invitó a publicar una historia de ficción. Mientras tanto, su esposo trabaja como desarrollador en una empresa de telecomunicaciones, con la esperanza de continuar algún día con su emprendimiento.