Armando Mundaraín llegó de Venezuela a Budapest, después de haber conocido esa hermosa ciudad gracias a un intercambio estudiantil que realizó en 2011. Ahora, egresado recientemente de la Budapest Business University, ha sorprendido a todos clasificando en el MasterChef Hungría, gracias al exquisito asado negro que presentó para honrar su origen.
Armando Mundaraín, el venezolano que cautiva con sus platos criollos
Cuando Armando Mundaraín terminó el bachillerato no tenía mucho interés en continuar con estudios universitarios. Su meta era conocer el mundo e independizarse. Por eso se inscribió en un programa de intercambio, cuyo único destino disponible para ese momento era Budapest. Así fue como partió de Guatire a Europa del Este.
Posteriormente regresó a Venezuela; donde durante unos nueve meses realizó cursos de coctelería y Bartending; y trabajó en un restaurante de la capital. Allí conoció a representantes de una fundación que, con una beca; le ayudarían a costear parte de su matrícula universitaria en Budapest.
Mientras realizaba sus estudios, teniendo como plan gerenciar hoteles y restaurantes, Armando consideró indispensable aprender el funcionamiento de la cocina. Por eso, realizó prácticas universitarias en un restaurante que tiene una estrella Michelin; quedando luego contratado: Lo que ayudó a mejorar su situación económica y le permitió poder culminar la carrera, que había interrumpido, luego de que en enero de 2014 Cadivi fuera suspendido.
Incursión en la cocina
Ahora, habiendo culminado sus estudios, queriendo cumplir el sueño, varias veces postergado, de participar en el programa de cocina MasterChef de Hungría, este joven venezolano de tan solo 26 años presentó un plato con el que mantiene estrechos vínculos emocionales: el asado negro. Una propuesta que sabía gustaría, pues la cocina húngara tiene estofados y platos muy similares.
Así, con la nostalgia del recuerdo por su casa, su familia, su país y los encuentros familiares del domingo; recreó el plato, combinando la receta familiar con la de nuestros queridos Armando Scannone y Sumito Estévez. Y, sin dejar que la presión de las cámaras lo perturbaran, preparó asado negro, acompañado de puré de papás, plátano dulce con clavitos, guasacaca y chips de yuca. Una combinación deliciosa que lo hizo merecedor de un delantal blanco y le permitió ingresar a la competencia, donde parece ser uno de los favoritos.
Independientemente de tu profesión hay otras actividades que te gustan y son placenteras para ti. En el caso de Armando es la cocina, ¿Qué te gusta hacer al punto de convertirlo en una fuente de ingresos que, además, te resulte agradable y placentera?
POR CIERTO
El ganador del programa, además de un reconocimiento público y el orgullo de ser “El Chef”; se llevará 10 millones de florines húngaros (unos 35.000 dólares americanos).