Alex Dávila, adolescente ecuatoriano, amante del fútbol, fue diagnosticado a sus 15 años de cáncer en los huesos. Aunque éste puede ser un diagnóstico bastante fuerte para un joven de su edad y su familia, Alex no se dejó vencer por la enfermedad y tomó esa experiencia para descubrir un nuevo propósito en su vida: ayudar a otros.
Debido al cáncer, Alex fue sometido a varios tratamientos. Pero, sin duda alguna, uno de los más fuertes fueron la cirugía en ambos pulmones y la amputación de su hombro. Pero Alex continuaba positivo, de pie en la batalla por la vida, transformando toda su energía en trabajo para materializar su sueño, una organización sin fines de lucro para ayudar y apoyar a otros jóvenes como él: Jóvenes contra el cáncer.
Tras una lucha admirable contra el cáncer, el 25 de agosto de 2006 Alex falleció, pero su espíritu y su trabajo sigue latiendo a través de sus padres.
Jóvenes contra el Cáncer ha desarrollado programas de ayuda económicas a familias de escasos recursos para que puedan cumplir sus tratamientos, psicoterapia emocional para pacientes y familiares de pacientes, y terapias complementarias de reiki, yoga y taichí. En memoria de Alex y los jóvenes soñadores, la organización creó un programa dedicado a cumplir 2 de 3 de los deseos de los jóvenes pacientes en etapa terminal, para que, como Alex, logran alcanzar su pedacito de cielo antes de despedirse de la vida.
Adicionalmente, Jóvenes contra el cáncer brinda a los pacientes pases de cortesía al cine, obras de teatro y conciertos. En su trabajo por mantener viva la llama de la vida y la motivación en los pacientes, la organización sirve de vínculo entre empresas empleadoras y los jóvenes pacientes, brindándole a estos chicos una razón más para levantarse cada día.
En sus años de labor, Jóvenes contra el cáncer ha reunido más de 192 jóvenes que dedican su vida a ser embajadores de la alegría, transmitiendo mensajes positivos a pacientes de hospitales públicos y privados.
Uno de los proyectos más recientes de Jóvenes contra el cáncer ha sido “Bionic Fashion Day”, un desfile de jóvenes pacientes con el fin de potenciar su autoestima. En esta ocasión participaron 16 adolescentes, y entre ellos 6 eran venezolanos. Uno de ellos es la marabina Estefany Moreno, estudiante de odontología. Como consecuencia de un osteosarcoma, Estefany perdió su pierna derecha, sin embargo, desfiló en la pasarela para demostrar que, aún sin una extremidad, su vida no tiene limitaciones.
Basándonos en la experiencia de Estefany Moreno, ¿podría ser la moda una valiosa vía para generar la inclusión social? El autoestima no conoce barreras, y nadie debería imponérselas. La belleza viene de nuestro interior, de cómo nos vemos, de cómo nos apreciamos, de cómo brillamos. Si cultivamos el amor hacia otros, demostrándoles que pueden brillar con su propia luz, el mundo podría ser un poco más bonito!
Para mayor información sobre la fundación Jóvenes contra el cáncer, entra en http://www.jovenescontraelcancer.org/.
ES NUESTRO SUENO TRABAJAR EN EQUIPO CON OTRAS FUNDACIONES DE OTROS PAISES Y JUNTOS PODER LUCHAR CONTRA ESA DANINA ENFERMEDAD Y LAS CONSECUENCIAS QUE DE ELLA SE DERIVAN.