Los esposos Rafael Bethancourt y Lianamar Rosales, ambos licenciados en Educación, mención Ciencias Sociales; llevaban tiempo buscando una idea de negocio en la que pudieran explotar las habilidades y gustos de ambos. Hasta que un día un amigo les propuso iniciarse en el mundo de los embutidos; lo que resultó una gran idea, pues la pareja es amante de la buena comida, las parrillas y, por supuesto, de los embutidos. Así fue como decidieron dar vida a Casa Parda.
Casa Parda, embutidos hecho en familia, para familia
Teniendo clara la meta de iniciarse en la elaboración de chorizos parrilleros, Rafael se preparó para la tarea, formándose en el instituto AAA Global. Institución que, desde hace 10 años dicta cursos de elaboración artesanal de embutidos; y cuya constancia y calidad han sido reconocidas por la Academia Venezolana de Gastronomía. Que, en 2017 le otorgó una mención Tenedor de Oro por su “labor pionera en la elaboración de embutidos artesanales de alta calidad en el país”.
Contando con el conocimiento teórico, Rafael estuvo por más de dos años probando y mejorando recetas; hasta lograr conseguir un producto de alta calidad y exquisito sabor, que desde hace muy poco tiempo ha puesto a la venta.
Así, de ese hobby nació un proyecto familiar del que tanto Lianamar como Rafael se sienten muy orgullosos. Cuyos productos forman parte de muchas celebraciones de fin de semana; de asiduos clientes que han quedado fascinados con la calidad del producto y la atención de sus dueños.
Aunque aún no disponen de una tienda física, atienden pedidos a través de su cuenta en Instagram @embutidoscasaparda. Así, ofrecen un producto artesanal con elevados estándares de calidad y cuyo precio solidario le permite ser competitivo en el mercado.
De Interés
Se conoce como embutido a una pieza, generalmente de carne picada y condimentada con hierbas aromáticas y diferentes especias, que es introducida en piel de intestinos de cerdo; que por sus grandes cualidades en la curación de la carne le concede un gran sabor.