En todo el mundo, a medida que crecen las opciones para hacer uso del dinero de manera electrónica; cada vez son menos, las personas que cargan consigo dinero en efectivo. Afectando con ello el número de limosnas y donativos a los indigentes que deambulan en las ciudades del mundo. Afortunadamente, los diseñadores Carsten van Berkel y Stefan Leendertse dieron con la solución. Chaquetas inteligentes para pagos electrónicos.
Chaquetas inteligentes, para limosnas electrónicas
Los diseñadores Carsten van Berkel y Stefan Leendertse, empleados de una agencia de publicidad con sede en Amsterdam; diseñaron unas chaquetas para ser usadas por los indigentes, las cuales cuentan con un dispositivo de pago inalámbrico. A través de éstas, sin contacto, y con sólo acercar su tarjeta de crédito a un determinado sitio de las chaquetas; los ciudadanos donan automáticamente 1 euro, que será destinado al pago de una comida, alojamiento o baño.
El sistema garantiza que el donativo sea empleado adecuadamente, pues va directamente a organizaciones benéficas para que, a su vez; éstas lo empleen en elementos esenciales como vivienda, materiales de cuidado personal y mantenimiento de albergues. De esta forma, no hay lugar a dudas respecto a que la donación sea empleada por la persona necesitada para satisfacer algún mal hábito.
Para lograrlo, al proyecto se unió el banco ABN AMRO, que proporcionó la infraestructura que permite a los refugios intercambiar las contribuciones acumuladas en tarifas nocturnas de hospedaje y agregar cualquier ingreso adicional a un fondo para una opción de vivienda más permanente, como un apartamento.
Asimismo, la institución bancaria motiva al donante a continuar apoyando a los más necesitados, acompañando su reporte bancario con una nota personal de agradecimiento, que le reconoce su altruismo y le recuerda la satisfacción personal y la felicidad que se siente al saber que hemos podido colaborar con quienes más lo necesitan.
POR CIERTO
Según cifras de las Naciones Unidas, más de 1300 millones de personas viven en la indigencia, con menos de un dólar diario. Cifra que crece en 25 millones cada año.