En 2016 un grupo de voluntarios que quería llegar a las personas refugiadas que estaban llegando a Madrid; creyeron que una buena forma de iniciarlos laboralmente en esa ciudad como cocineros, era hacerlos preparar platos típicos que luego podrían ser vendidos. Así nació Chefugee, nombre que proviene de la combinación de dos palabras en inglés: “chef” y “refugee”.
Chefugee, refugiados cocineros
El equipo Chefugee está integrado por voluntarios y voluntarias de muchos países; prácticamente de todas las edades y con experiencias muy variadas, a quienes los une la pasión de querer cambiar el mundo por uno mejor, así como también el amor a la comida. El voluntariado se dedica a organizar eventos muy variados, mientras que los cocineros refugiados; la mayoría de los cuales se desempeñaba en su lugar de origen, en trabajos distintos a los relacionados con la preparación de alimentos, a través de su participación van adquiriendo experiencia y formación que les permite desarrollarse como chefs.
Las personas refugiadas que forman parte del equipo; actualmente provienen de Siria, Irak, Marruecos, Sudán, Ucrania, Camerún, Costa de Marfil, Venezuela, y Colombia. Alguna de ellas son madres que ayudan a mantener a su familia; otras, jóvenes que han tenido que viajar sin compañía para buscarse un futuro. Comparten en común el reto de querer trabajar y poder vivir en Madrid.
Refugee Food Festival
Todos ellos invitados a participar en un festival anual, denominado Refugee Food Festival; donde además de sus exquisitos platos, los refugiados comparten su cultura y sus historias a través de la gastronomía. Un festival internacional que promueve la inclusión de las personas refugiadas en la sociedad. Originado hace cuatro años en Francia por una asociación que se llama Food Sweet Food; y que actualmente tiene presencia en hasta 15 ciudades alrededor del mundo.
La Asociación Chefugee, se encarga de organizarlo en Madrid y celebrarlo en junio, coincidiendo con el Día Internacional de los Refugiados. Para esta iniciativa tan especial, varios restaurantes colaboran permitiendo a un refugiado o refugiada cocinar en su local durante una semana y juntos elaborarán un menú especial. Así, los restaurantes aprenden a hacer platos diferentes, mientras los cocineros también aprenden cómo es el trabajo en un negocio de comida y conocen nuevas personas. Además, la ciudadanía puede ir a comer a uno de estos restaurantes, descubrir nuevos sabores, conocer a quien los prepara y sensibilizarse ante el problema de los refugiados.
¿Contribuirán iniciativas como ésta a reducir la xenofobia en el mundo?
REDES
https://www.facebook.com/ChefugeeMadrid/