Luzmar González y Diego Granadillo vivían en China; donde ella cursaba una maestría en Gestión del Desarrollo rural, para cuya tesis eligió como tema el cacao de Chuao. Siendo geógrafa de profesión, y aunque nunca pensó, que sus estudios la llevarían a dar vida a un emprendimiento gastronómico; finalmente todo se conjugó para dar paso a Chocolates Lúdico.
Chocolates Lúdico, bombones con sabor criollo
Al terminar su maestría, Luzmar y Diego regresaron a Venezuela. Entonces, se residenciaron en Guatire, muy cerca de la procesadora de chocolates Khao Real; desde donde el delicioso aroma del chocolate que invadía la cocina de la pareja llevó a Luzmar a estudiar el oficio de chocolatier.
Formándose en el arte de la fabricación de chocolates a Luzmar le tocó como trabajo final, inventar un bombón. Mientras cocinaba, comenzó a imaginar uno que combinara los sabores del plátano y del queso, dando así origen al primer bombón de su marca.
De allí en adelante, la pareja comenzó a sumergirse en el recetario de dulcería criolla venezolana, descubriendo más de 100 recetas de postres que llevan plátano, coco o papelón; a lo que han incorporado también, la tradición culinaria familiar, como la receta de jalea de mango de la abuela o la preparación del bocadillo de guayaba que aprendieron en casa.
La idea es, crear bombones especiales en cuyo interior se encuentre encapsulada la dulcería criolla venezolana. Así, han llegado a crear bombones de coco, de bocadillo de guayaba, plátano con queso, manjar de limón y de parchita, jalea de mango, acemita tocuyana, café con leche, praliné de maní y hasta uno de golfeado con queso.
Ahora, se encuentran desarrollando los próximos sabores que incorporarán a la lista de rellenos de sus ricos bombones: dulce de lechosa, cabello de ángel, catalina, torta negra, y dulce de tamarindo. Y trabajando en el logro de un compromiso especial que se han establecido: elaborar un bombón del criollísimo bienmesabe.
REDES
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