Ante la carencia de cuidadores calificados para el cuidado integral del adulto mayor que sufre demencias o que tiene alguna discapacidad, la Fundación Alzheimer de Venezuela se propuso dar una respuesta. Así nació el programa de formación “Adiestramiento en Cuidados Básicos para Personas con Trastornos Mentales con Énfasis en Demencia”.
Cuidar del adulto mayor, una tarea para preservar su identidad
La Fundación Alzheimer de Venezuela es una fundación sin fines de lucro que, desde 1989 está avocada a la atención y cuidados integrales de adultos mayores que sufren de demencias. Sensibilizada ante la necesidad de formación de personal apto para atender no sólo trastornos mentales con énfasis en demencia sino todo tipo de discapacidad, en mayo de 2006 promueve el IDIS (Instituto de Formación de Recursos Humanos para Personas con Discapacidad), un instituto autónomo avocado exclusivamente a la capacitación de cuidadores calificados de personas con todo tipo de discapacidad.
Actualmente, ofrece el Programa de “Adiestramiento en Cuidados Básicos para Personas con Trastornos Mentales con Énfasis en Demencia”, con el que dota a los cuidadores de conocimientos y habilidades para:
- Comprender los cambios relacionados con el déficit cognitivo como un resultado de enfermedades neurológicas.
- Y adquirir:
- Nociones teóricas y prácticas de enfermería, higiene, fisioterapia y primeros auxilios.
- Conocimientos sobre el manejo psicológico de personas con trastornos mentales, en particular demencias.
- Nociones de nutrición para el adulto mayor.
- Herramientas para la activación del paciente a través de actividades físicas y cognitivas.
El programa, que consta de 102 horas teóricas y 32 horas prácticas, tiene una duración aproximada de tres meses y medios, y otorga una certificación que reconoce al egresado como profesional calificado en el área. Para mayor información, visita nuestra página web: 0800flor.net
POR CIERTO
Cuidar de alguien es cuidar de un sujeto con derechos, con identidad y personalidad propias, forjadas a lo largo de su desarrollo como ser humano, y que el cuidador debe saber respetar y promover en la medida de sus posibilidades. La persona enferma sufre una reducción de sus capacidades; pero, aun así, es una persona, y como tal, su dignidad es intocable.
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