Carlos Pitaluga, Doctor en Psicología, Master en Neurociencia de la Universidad de Barcelona España y profesor del IESA de las materias y cursos de Gerencia de Proceso, Gerencia del Cambio, del Conocimiento y Liderazgo y Organización, estuvo conversando con nosotros sobre el tema de la creatividad y el fracaso en las compañías, a propósito de un interesante artículo del Wall Street Journal leído como parte de nuestros “Momentos de Desconexión”.
El Dr. Pitaluga comenzó contándonos que el mundo gerencial está lleno de paradojas que son fascinantes. Según él, ese artículo toca dos de ellas: la primera se puede resumir en “aquello que es indispensable para lograr altos niveles de calidad , es luego lo primero que se le opone”, refiriéndose a los estándares o normas. Un sistema de calidad y productividad depende de la sistematización del trabajo sujeto a un conjunto de normas y estándares; pero si entendemos por calidad mejoras continuas e innovación, esos estándares pueden convertirse en una chaqueta de fuerza limitante.
La segunda paradoja se puede expresar como “la gente que más acierta es la gente que más se equivoca”, porque es la gente que produce la mayor cantidad de ideas posibles. La actitud que existe en las organizaciones sobre el error o sobre el defecto, es vital para los procesos de innovación. Si la organización es punitiva, que persigue y sanciona un fallo, la capacidad de innovación de esa empresa va a ser muy baja.
Esta paradoja se resuelve con un principio que se llama Maxomini que se basa en maximizar los errores inevitables, y minimizar o llevar a cero los errores evitables, pues en los errores inevitables están los descubrimientos y el aprendizaje.
El Dr. Pitaluga nos explicó que para que una empresa pueda ser creativa y destacar, es necesario pensar en el sistema de gestión de personal como un sistema complejo compuesto por subsistemas como selección, capacitación y desarrollo, evaluación del desempeño, reconocimiento de méritos, etc. En estos subsistemas está la clave del éxito: si se diseñan caracterizándolos con adaptabilidad es posible que se logre lidiar con los errores.
También pudimos conocer a través de Pitaluga que hay rasgos que promocionan la creatividad, como crear ambientes de relax o dar mayor libertad para el riesgo. Nonaka y Takeuchi, dos japoneses, escribieron el libro ‘La Organización creadora del conocimiento’ que habla sobre empresas americanas que han aplicado ciertos factores de creatividad para lograr su éxito a través de la innovación.
El Dr. Pitaluga resaltó que hay un concepto muy importante que en inglés se llama ‘resilience’ o resistencia que se traduce como la capacidad de triunfar a pesar de una adversidad. En el caso de los empresarios implica la capacidad de recuperarse después de una pérdida.
Aquí en Venezuela, según el Dr. Pitaluga, los empresarios han desarrollado la “psicología del cuero seco”. Académicamente, este concepto es conocido como innovación táctica, y se da cuando aparece una nueva legislación. Dentro del marco de la legalidad, los gerentes crean o inventan cómo responder, es “como si se pisara un cuero por una esquina”, expresó el Dr. Pitaluga. Lo importante es que, con nuestra creatividad venezolana hemos aprendido a vivir enfrentar los obstáculos y a salir victoriosos siempre que nos proponemos lograr un objetivo.