En materia de igualdad y derechos, las mujeres tienen aún mucho camino por recorrer en muchos países del mundo. Así, por ejemplo, en Afganistán, los hombres tienen tanto poder y control sobre la vida de las mujeres; que se les niega a éstas un nombre. En respuesta, las mujeres afganas han impulsado la campaña #WhereIsMyName ( ¿Dónde está mi nombre? ); que ha generado una inspiradora revolución en el país clamando por una identidad propia.
¿ Dónde está mi nombre ? Una campaña para el rescate de la identidad de la mujer en Afganistán.
En Afganistán, las mujeres no tienen un nombre propio. Son conocidas como “la hermana de”, “la mujer de”; no pueden tener acceso a los medicamentos de forma autónoma pues los récipes no están a su nombre. Incluso, en el momento de su fallecimiento, sus nombres no aparecen en sus lápidas.
Cansadas de que los hombres afganos entiendan como una falta de respeto e incluso como una deshonra que las mujeres tengan identidad propia, y que, hasta en los certificados de nacimiento de sus hijos sólo aparezca el nombre del padre, las mujeres afganas, en 2017, impulsadas por la activista Laleh Osmany, emprendieron la campaña ¿ Dónde está mi nombre ?
Tres años más tarde, es ahora, cuando más cerca se está de lograr uno de sus objetivos, pues Naheed Farid, una de las pocas legisladoras del país, junto a otro diputado, han propuesto una enmienda a la ley de identificación para exigirle al gobierno afgano que registre el nombre tanto de la madre como el del padre en los certificados de nacimiento.
Asimismo, los efectos de la campaña han trascendido tanto que, el físico afgano, Shakardokht Jafari, del Centro Tecnológico de Surrey en el Reino Unido, ha promovido que las mujeres en Afganistán no solo deben tener su identidad propia, sino que “también necesitan independencia financiera, social y emocional”. Y que “el gobierno debería emprender acciones legales contra quienes les niegan la identidad”.
¿Cómo impulsar a nivel mundial iniciativas como éstas que buscan la defensa de los derechos de la mujer?
POR CIERTO
A pesar de que en 2001 las mujeres afganas recuperaron el derecho arrebatado por el gobierno talibán de ir a la escuela, a votar y a trabajar, las activistas prevén que aun con la ley aprobada, los cambios serán difíciles por lo que apelan a que más personas se posicionen públicamente en favor del reconocimiento de la mujer y a la lucha contra la violencia de género tan extendida en ese país.
