Las ansias de estar cerca de su bebé hicieron que, la emprendedora argentina, Virginia Figueroa, dejara el quirófano donde trabajaba. De allí, se dedicó a fabricar pañales, porta bebés y pantalones maxi o “maxalones”, para vestir a los pequeños de la casa. Ropa ajustable, que incluso va creciendo junto al niño o niña. Su marca: Dulce Maitén.
Dulce Maitén, inspiración de una madre emprendedora
La llegada de un hijo suele cambiar las vidas de sus padres. Ese fue el caso de Virginia Figueroa, cuando tuvo a su hija, Maitén. En ese momento, sus prioridades cambiaron. Para poder estar cerca de ella, y disfrutarla como soñaba, dejó su trabajo como instrumentista quirúrgica y se lanzó a la aventura de emprender.
Virginia, quien amaba trabajar con sus manos en el quirófano, empleó esa misma pasión, pero, orientada a otra área.
Desde pequeña,de su madre, había aprendido a coser y a tejer (a crochet, dos agujas, con telar y bastidores). Por motivos de trabajo había dejado a un lado este hobbie, ahora, lo aprovecharía con decidida a emprender.
Así fue como Virginia inició, con Dulce Maitén. Maitén, precisamente, en honor a su pequeña hija.
¿Qué identifica a Dulce Maitén?
Virginia se encarga, en Dulce Maitén, de producir pañales de tela ecológica y porta bebés (fulares) ergonómicos. La tela de éstos se ajusta, punto por punto, a la espalda del bebé y respeta la curvatura natural de su espalda
Virginia también se ocupa de elaborar los pantalones “maxi”, mejor conocidos como “maxalones”, ideales para vestir con ese tipo de pañales.
Estos maxalones tienen la particularidad de que crecen junto con el bebé, adaptándoles la cintura y los puños,. Esto permite que abarquen hasta 3 tallas. Son confeccionados a mano, por Virginia, con telas elásticas y frescas. Resultan muy prácticos y cómodos, ya que no tienen cierres ni botones.
Sus diseños son vivos y coloridos. Sólo pueden conseguirse en Santiago de Estéreo, Argentina.
¿Cómo son los fulares de Dulce Maitén?
En cuanto a los porta bebé, hay una gran variedad. Sin embargo, Virginia es especialista en fulares, es decir, una tela de varios metros que se ata al cuerpo. Gracias a ella, es posible cargar al bebé y mantener las manos libres, para seguir realizando actividades.
Virginia los confecciona con telas de algodón. Esto los vuelve muy cómodos para padres y bebés, pues aun estando muy cerca, no se produce calor. Con este estrecho contacto se fortalece la relación afectiva con ellos.
¿Qué otros proyectos tienen?
El próximo proyecto que tiene Virginia, con Dulce Maitén, es salir al mercado con los pañales de tela. Los considera excelentes para los niños y para el medio ambiente.
Su misión, es continuar creciendo con otros proyectos, con las mismas ganas de emprender y contando con el apoyo de su familia, en especial, de su hermana gemela.
Dato curioso:
Los pañales de tela son una opción que busca ser, además de cómoda y accesible; amigable con el ambiente, ya que, un bebé utiliza 5 400 pañales desechables, en apenas, 2 años y medio.
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