Fernando Mazariegos, becado en el Instituto Centroamericano de Investigación y Tecnología Industrial (ICAITI), sabía que debía haber una forma de ofrecer a los habitantes de aldeas rurales poco asistidas un medio para obtener agua limpia que no impactara al ambiente y que fuera de bajo costo. Su misión fue encontrarla
En el año 1980, Fernando Mazariegos dio con la manera de ofrecer un filtro de agua completamente innovador, fácil de usar, de trasladar y de muy bajo costo, el Ecofiltro, un sistema fabricado de forma artesanal con materiales orgánicos que es capaz de filtrar hasta dos litros de agua en dos horas.
Teniendo forma de maceta, el Ecofiltro funciona utilizando tres distintas capas de materiales que filtran el agua hasta llegar a un depósito en el cual se almacena el agua limpia. La primera capa de barro detiene las impurezas y residuos, la segunda capa de aserrín de pina elimina la turbidez y malos sabores y la capa de plata coloidal asume el trabajo de bactericida.
A pesar de que el Ecofiltro tiene un gran potencial para ayudar a miles de personas alrededor de Latinoamérica, la invención pasó desapercibida por 26 años hasta que Philip Wilson, guatemalteco emprendedor, se topó con el diseño y reconoció el gran potencial que tenía.
Philip se percató a lo largo de su vida que, en Guatemala, las familias tienen una estructura donde los hombres de familia se involucran en negocios familiares y las mujeres en fundaciones benéficas, por lo que se le ocurrió fusionar las dos cosas para darle vida a la empresa Ecofiltro, en honor al nombre original de sistema de purificación de agua, tomando los mejores aspectos de una empresa junto con el corazón de una fundación con una misión social clara.
Fue así como, en el año 2009, nació la empresa con responsabilidad social Ecofiltro, un empresa social cuyo objetivo es acercarse de manera hibrida al problema, por eso todas las ventas de filtros de aguas en áreas urbanas benefician el financiamiento para la distribución de estos mismos filtros en áreas rurales por un precio mas económico.
En otras palabras, Philip Wilson decidió vender el producto de su empresa en las zonas urbanas como cualquier otra empresa, pero por cada venta de un Ecofiltro que sea realizada en esta zona, parte del dinero será utilizado para mantener viva la parte social de la empresa, ayudar a las personas de las zonas rurales a tener agua pura y limpia.
Ecofiltro ha distribuido más de 175,000 filtros en todo el territorio de Guatemala y tiene como objetivo para el 2020 de beneficiar a más de un millón de guatemaltecos en obtener agua pura.
¿Es la práctica de la responsabilidad social una estrategia efectiva para aumentar la visibilidad de una marca o empresa en el mercado?
Información clave de nuestra historia:
- El primer filtro de agua múltiple fue desarrollado en el año 1685 por el físico italiano Lu Antonio Porzo, el cual consistía en una unidad de sedimentación y filtro de arena para eliminar los sedimentos e impurezas del agua.
- La práctica de la responsabilidad social, sea por parte de una empresa, una marca o por una persona por su propia cuenta, esto siempre generará visibilidad dentro de la misma comunidad que ayuda. De igual forma, el ruido generado dentro de esta comunidad se ira esparciendo poco a poco hasta llegar a otras comunidades, las cuales en un futuro también podrán recibir ayuda de este tipo de la misma empresa, marca o persona y de esta manera continuando el ciclo.