En este momento, donde la sociedad está buscando cuidar el ambiente y hacer prácticas más amables; la emprendedora mexicana, Ixchel Anaya, tuvo una maravillosa idea. Inspirada en su hijo recién nacido, Ixchel sacó adelante su emprendimiento Ecopipo.
Ecopipo, necesidad de un bebé
Fue en el año 2009 cuando la emprendedora mexicana tuvo su primer bebé. Empezó a colocarle los pañales de antes, de franela. Pero en las ocasiones que salía con él bebe estos pañales no le resultaban tan prácticos.
Entonces, una vez decidió colocarle un pañal desechable; pero a las 3 horas su bebé estaba súper rosado; porque sufre de Dermatitis atópica. Entonces se preguntó qué hacer. Tras pensar mucho, surge la idea.
Ixchel cuenta que un día estaba sentada en la cama y dijo que iba a agarrar los pañales; y los iba a cortar en forma de pañalito para no tener que estar haciendo el triangulito. Luego se preocuparía por el segurito. Le pidió a su abuelita que le enseñara a coser, ya que no sabía. Agarró un velcro para que cierre mejor el pañal y le puso unos resortes en la pierna. Además, le colocó un plastiquito; y así armó un pañal súper casero, pero más adaptado a lo moderno. Con el tiempo, se lo empezaron a pedir.
Mucha creatividad
Ixchel encontró una necesidad. Muchas madres buscaban una alternativa para sus hijos, que deseaban usar pañales de tela; ya sea por ecología, cuestiones económicas o por la salud del bebé. Si bien los inicios no fueron sencillos, en el año 2009 fundó Ecopipo.
El objetivo de Ecopipo no es crear pañales biodegradables; más bien reutilizables. Empezó sus ventas con 30 pañales al mes, después 50, y así sucesivamente hasta llegar a 300. Los pañales caseros duraban alrededor de cinco meses y tenían un costo accesible.
¿Cómo están hechos? Son telas especiales. La parte de afuera es una tela que se llama pull, un poliéster laminado con poliuretano; este poliuretano es impermeable y a su vez tiene unos poros que permiten que transpire. A diferencia del plástico de un pañal desechable, como sí transpira, el bebé está fresco. El material absorbente está hecho de bambú y de microfibra.
Los materiales fueron pensados muy bien y no permiten en ningún momento que él bebé se moje; un pañal puede durar 3-4 horas sin problema. Los diseños son muy variados y se pueden lavar sin problema.
Mamá emprendedora
En el año 2013, el panorama comenzó a mejorar mucho más para Ecopipo, y las ventas crecieron. No fue fácil para la emprendedora; sentía que desatendía a sus hijos, que no tenía tiempo, ni tampoco suficiente dinero. Pero el apoyo de su esposo y la motivación que encontró en sus pequeños la llevó a convertirse en una verdadera mamá emprendedora.
Ecopipo levantó y se internacionalizó. Su principal canal de distribución es la venta por catálogo de mayoristas o minoristas; en su mayoría son mamás usuarias, pues el producto requiere de asesoría de cómo se debe de utilizar y lavar.
Están presentes en cada estado de México, pero también en Ecuador, Perú, Argentina, Guatemala, y en todas las ciudades de Reino Unido. Aquí, Ecopipo se posicionó dentro del top 5 de los mejores pañales ecológicos en 2016.
Ecopipo vende otros productos además de los pañales reutilizables. Vende calzones entrenadores, pañales para natación, cobijas, baberos, detergentes ecológicos, bolsas para depositar los pañales sucios y toallas sanitarias lavables.