Gracias a la participación de las emprendedoras, Latinoamérica tiene la tasa de emprendimiento más alta (17%), seguida de África (15%). Ecuador destaca en este sentido; pues junto con Burkina Faso, es el país con tasa de emprendimiento femenino más alto. Casi un tercio de la población.
Vaya un aplauso a la mujer emprendedora
El emprendimiento es un importante motor de crecimiento económico y de creación de empleo a nivel mundial. Que, además, permite que la economía sea más competitiva e innovadora; y en el cual el papel de la mujer es cada día más importante.
En todos los rincones del mundo, hay emprendedoras; a pesar de las dificultades para obtener financiamiento y conciliar la actividad comercial con la actividad familiar. La mujer que emprende enfrenta mayores obstáculos que los hombres.
Datos de interés sobre el emprendimiento femenino
A pesar de los esfuerzos que muchos países hacen por cerrar las grandes brechas de género que existen en la tasa de empleo, salarios y la protección social; según el informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo: Avance global sobre las tendencias del empleo femenino 2018, publicado por la Organización Internacional del Trabajo en 2018; a nivel mundial, “por cada diez hombres que trabajan, sólo seis mujeres están empleadas”.
Con relación a la dirección de empresas, hay cuatro veces más hombres que mujeres trabajando como empresarios. Diferencia que también “se refleja en los puestos de dirección, donde las mujeres siguen enfrentando obstáculos en el mercado de trabajo cuando se trata del acceso a cargos directivos.”
Sólo hay tres países con mayores tasas de emprendimiento femenino que masculino: Indonesia, Brasil y Malasia. En los dos países asiáticos predomina la motivación a emprender por razones de oportunidad frente a las razones de necesidad. Mientras que, en Latinoamérica, sucede lo contrario, las mujeres están más forzadas por la necesidad (al igual que en África y Europa) frente a Norteamérica, Asia y Oceanía, donde la motivación entre hombres y mujeres con respecto a razones de oportunidad o de necesidad están más equilibradas.
Sin embargo, resulta más que alentador, y digno de reconocimiento, que las valientes mujeres latinoamericanas se hayan incorporado al mundo del emprendimiento con la fuerza con que lo han hecho. Ellas, han logrado, aunque sea difícil de creer, que en América Latina y el Caribe, haya 8 mujeres involucradas en la etapa inicial de emprendimiento por cada diez empresarios masculinos; mientras que, en Europa, sólo hay una.