Alana Astudillo, de 19 años de edad, quien proviene de una familia con más de 37 años de experiencia como entrenadores de natación; se planteó crear una organización. Una fundación que, con el apoyo de instituciones públicas y privadas; contribuyera a la integración social de niños y jóvenes de bajos recursos, de la isla de Margarita. A través de la práctica deportiva y de la formación en valores. Así nació, “Fundación Chamos Al Agua”.
Fundación Chamos en el Agua. Formando en valores, entre brazadas
La abuela de Alana y sus tíos paternos han sido, por mucho tiempo, entrenadores de natación y directores del Club de Deportes Acuáticos “Los Indómitos”; dirigido a niños y jóvenes de todas las edades y en especial, a personas con alguna discapacidad. Buscando enriquecer los beneficios que ese entrenamiento podría aportar a la población vulnerable; esta joven decidió crear la Fundación Chamos en el Agua. Cuyo objetivo es emplear la natación para formar una generación de ciudadanos con educación y sentido social de pertenencia y a su vez de ayuda al prójimo.
¿Cómo nació la idea?
Impulsada por varias amigas, Alana participó en el concurso Young Entrepreneur, del cual resultó ganadora. Un programa orientado a jóvenes entre 16 y 21 años de edad que estén emprendiendo; a través del cual se les dota de herramientas que les permiten mejorar su proyecto y potenciar el proceso para su aceleración. Una iniciativa de Aprendo y Emprendo; en alianza con Consecomercio y bajo el auspicio de la Embajada de los Estados Unidos.
Con las herramientas y aprendizajes obtenidos, Alana ha impulsado a esta organización que; desde entonces, integra a los jóvenes en situación de vulnerabilidad social y jóvenes en condición especial a la práctica de la natación. Con el único requisito de que éstos deben mejorar y mantener un buen rendimiento escolar. Lo que a su vez ha provocado que algunos niños amantes de esta disciplina deportiva; retornen a las aulas que ya habían abandonado.
La fundación, no sólo los forma como atletas y los apoya para participar en competencias deportivas, sino que, además, los forma en valores y en disciplina, y los apoya nutricionalmente con meriendas saludables que ha logrado ofrecerle gracias a la colaboración de empresas de la región y de los vecinos del lugar.
Para el futuro, Alana Astudillo aspira convertir esta fundación en el punto de partida de muchos campeones para Nueva Esparta, y a la vez tener una sede propia para disponer de espacios para complementar la educación escolar de los niños y jóvenes de esta fundación.
¿Cómo puede promoverse que iniciativas de emprendimiento social se complementen y apoyen mutuamente con el Sistema educativo formal?
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