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Gumshoe, resuelve el problema de restos de chicle en las calles

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Anualmente, cerca de 1,5 millones de kilos de chicle son arrojados por los consumidores a las calles de Holanda. Lo cual, genera un problema ambiental por el lento proceso de degradación de este material; y provoca el desembolso de millones de euros de los ayuntamientos, para su recolección y eliminación. Consciente de esto, la holandesa Jolande Penninks, fundó Gumbuddy; una organización cuyo objetivo es mantener limpias de chicles las aceras y calles de Amsterdam y otras ciudades holandesas. De ella, nació también, Gumshoe.

Iniciativas para combatir el problema de los restos de chicle en las calles

En un intento por disminuir el problema de los chicles desechados, distintas ciudades del mundo han implementado diversas iniciativas. Así, por ejemplo:

  • El suelo de la plaza del Ayuntamiento está cubierto de un teflón antiadherente para que los chicles puedan retirarse con facilidad.
  • En ciudad de México se ha invertido en unos costosos cañones de vapor a 90 grados para retirar la goma de mascar adherida.
  • En Singapur se han establecido elevadas multas.

Y en Londres, desde el 2009, se instalaron recipientes de un llamativo color rosa diseñados especialmente para contener chicles gastados.

¿Qué plantea Gumbuddy?

Entre las iniciativas de la organización Gumbuddy está la instalación de tableros en distintos puntos de Ámsterdam y Róterdam, tales como centros comerciales o estaciones de trenes y autobuses; para que las personas pequen allí el chicle que desean botar, en lugar de arrojarlo al suelo. Lo que reduce el gasto y el trabajo que implica su eliminación; que supera 10 veces, el de la eliminación de las colillas de cigarros.

Además, Gumbudy se ha asociado con las autoridades municipales para ayudar a recoger de las calles, los chicles usados; y sensibilizar a los ciudadanos acerca del impacto ambiental de este desecho.

Gumshoe, una idea genial

Sin embargo, la actividad de Gumbudy que ha generado mayor sorpresa ha sido la de Gumshoe, el primer calzado del mundo cuya suela es hecha a base de chicles recogidos de las calles de la ciudad. La suela así producida se caracteriza por tener el típico color rosado de la goma de mascar y contar con un mapa de Ámsterdam.

Todo esto, con el propósito de concientizar a través de estas zapatillas deportivas a los ciudadanos y brindarles buenas condiciones de vida, trabajo y ocio.

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