Fascinado por la versatilidad, aroma y sabor del ají dulce venezolano; el joven Juan Ignacio Cubillán se unió al señor Domingo Bustillos; encargado de un centro agrícola en el estado Lara, para ofrecer ajíes deshidratados y sin aditivos. Así nació Jicají.
Jicají, sabor venezolano en hojuelas
Considerándose un buen conocedor del ají dulce, particularmente popular en la cocina caribeña y sobre todo en la venezolana, Juan Ignacio Cubillán quiso diferenciarse de otros productos que, teniendo como protagonista a este aromático alimento, le han añadido aditivos y lo presentan en forma de pasta o salsas.
Por eso, buscando ofrecerlo al público, de la manera más natural posible; desde hace un año y medio optó por deshidratarlo, triturarlo en micras de 1,5 milímetros y envasarlo; bautizándolo con el nombre de Jicají, que hace referencia a las iniciales de su nombre.
Un producto artesanal, que puede adquirirse al detal, a través de su cuenta en Instagram, @jic_aji. Que se ofrece en presentaciones de100 gramos, 200 gramos y 400 gramos y que puede ser enviado a domicilio sin costo extra, cuando se trata de la zona metropolitana de Caracas.
Sus próximos pasos: Continuar impulsando las ventas a través de su tienda en la web, https://jicaji.winktienda.com/ en la que se pueden realizar compras online de manera directa; y continuar trabajando para llegar a ofrecer, por lo menos, 15 tipos de ajíes distintos, en su presentación natural. Además, de seguir dando a conocer su delicioso producto a través de sus redes sociales en las que además ofrece consejos culinarios y numerosas recetas.
Jicají es un ejemplo de que es posible emprender con éxito sin innovar, explotando una oportunidad de negocio en un determinado contexto, con tan sólo cambiar la forma de presentar un producto. ¿Se te ocurre alguna idea de modificar un producto ya existente para iniciar con él un emprendimiento?
POR CIERTO
Actualmente el Ají Dulce Venezolano, cuenta con denominación de origen controlad; y se sabe que sus cualidades van más allá de la cocina. Pues según numerosas investigaciones, el consumo de la capsaicina, principal elemento de este pequeño pimiento, incrementa la producción de las hormonas conocidas como endorfinas, responsables del placer, la alegría y felicidad.
