Preocupado por el problema del desperdicio de alimentos que en apariencia no son perfectos, pero que aún resultan nutritivos; Abhi Ramesh vio una oportunidad de negocio; y una manera de hacer llegar a las familias de menos recursos, verduras y frutas aptas para el consumo. Así nació “Misfits Market”
Misfits Market, una segunda oportunidad para comer sano
Mientras trabajaba en el mundo de las finanzas; a Ramesh le correspondió analizar empresas de logística de alimentos que se encontraban en dificultades; y fue allí donde se enteró que aproximadamente un tercio de los alimentos que se producen en los EE. UU. no llegan al mercado final porque se desperdician en algún lugar del camino debido a la ineficiencia. Una cifra que lo alarmó pues habiendo emigrado con su familia desde la India; con tan sólo cinco años de edad; había quedado marcado por las dificultades que sus padres tuvieron que enfrentar para poderlo alimentar. Una experiencia que lo hizo particularmente sensible a la idea del desperdicio de alimentos.
Considerando entonces, que, en las tiendas de comestibles, los productos que estéticamente no lucen perfectos, generalmente terminan en la basura, (no porque no son lo suficientemente buenos para comer, sino porque no son suficientemente hermosos para mirar); y que muchos hogares de bajos ingresos, establecidos en comunidades que tienen poco acceso a alimentos frescos, podrían verse beneficiados con ellos, Ramesh decidió hacer algo al respecto.
Inicios
Así, en 2018 comenzó a trabajar para crear una cadena de suministro que abordara ambos problemas a la vez. Empezó conduciendo una camioneta alquilada, para recolectar en granjas en el este de Pensilvania, productos "feos" y entregándolos personalmente a las personas que viven en Filadelfia. Se trataba de verduras que no tenían la forma correcta, frutas descoloridas y otros productos de apariencia extravagante pero que aún sabían muy bien y estaban en condiciones de ser consumidos.
Una idea que rápidamente evolucionó a un servicio de entregas a domicilio, de más de 12 tipos de alimentos que pueden ser adquiridos en cajas de diferentes tamaños, y cuestan entre $ 22 y $ 35, según la selección. Brindando de esa manera a las familias, no sólo acceso que de otro modo sería difícil de conseguir, sino ahorros que corresponden hasta a un 40% del presupuesto familiar.
¿Cómo promover iniciativas como ésta en países latinoamericanos tan golpeados por crisis humanitarias y hambruna?
POR CIERTO
En tan solo dos años el negocio ha crecido tanto que ya cuenta con dos centros logísticos y más de 900 empleados que trabajan para atender a unos 250.000 clientes en la costa este y el medio oeste.