El fraile franciscano, Peter Tabichi, es un maestro de ciencias de Kenya; cuya calidad humana y desempeño docente le fueron reconocidos recientemente. Hace tan sólo unas semanas, recibió el premio Global Teacher Prize 2019, que entrega la Fundación Varkey; y al que se compara con el premio "Nobel" de educación.
Peter Tabichi, cuando no hay excusas para ser mucho más que un buen educador
Peter es miembro de la orden religiosa de los franciscanos. En ella, se ha dedicado a mejorar la vida de la comunidad en la que trabaja; donando incluso el 80% de su salario a proyectos comunitarios locales. Es el vivo ejemplo de un profesor que, mucho más que un transmisor de conocimiento, es un transformador de realidades.
Trabaja como profesor de física y matemática en una escuela secundaria en la aldea de Pwan (Kenia); en condiciones precarias, en aulas con capacidad para 45 alumnos, en las que sin embargo alberga 80 niños. A pesar de la pobreza de la escuela y de sus propios alumnos, Peter ha sabido hacer la diferencia. Se empeña en mostrarles a los estudiantes, cómo el conocimiento puede ser una oportunidad para ampliar los horizontes y anhelar una vida mejor. Por eso, su actividad se extiende incluso a los fines de semana; cuando da clases individuales a alumnos de bajo rendimiento en Matemáticas y Ciencias, y visita sus casas para conocer a sus familias y los desafíos que enfrentan.
¿Qué distingue a Peter entre otros educadores?
Por si toda la dedicación a los asuntos escolares no fuera suficiente, Peter también promueve acciones para la comunidad local. Así, ha enseñado a las familias, formas alternativas de plantar y cultivar la tierra; para superar las dificultades de sequía y hambre que asolan a las personas del lugar. Asimismo, promueve «clubes de paz» para apaciguar posibles diferencias culturales que se han acentuado desde que hubo conflictos de tribus en la región, en 2007.
Además, guía el club de ciencias de la escuela, en el que el 60% de los estudiantes logran calificar en competencias nacionales e internacionales; gracias a los novedosos proyectos que emprenden, como, por ejemplo; la creación de sistemas que permiten usar la vida vegetal local para generar electricidad y dispositivos que permiten, a personas ciegas y sordas, medir objetos.
Gracias a la actuación de este fraile franciscano, la escuela ha visto incrementar en un 200% la inscripción en los últimos tres años y, además, cada vez son más, los estudiantes que logran ingresar a la universidad.
Reconocido con el Global Teacher Prize 2019
Recientemente, a finales de marzo, resultó ganador del Global Teacher Prize 2019, y coherente con su actuación a lo largo de su vida, aceptó el premio de un millón de dólares, pero ya manifestó que los invertirá en proyectos para la comunidad y la escuela. El primero de éstos será dotar a la institución de más computadoras pues por el momento sólo cuentan con una que es compartida entre los docentes, la secretaría y los alumnos.