Luego de 10 años de posponer su sueño de convertirse en repostera, para dedicarse a sus hijos; la peruana María Luisa Benavides, decidió empezar desde su casa su negocio de postres. Nunca imaginó que en poco tiempo tendría un local en Key Biscaine; y que los clientes harían cola para poder disfrutar de sus dulces y deliciosas creaciones. Así nació, Piononos.
Piononos, dulce emprendimiento familiar
En 1994, María Luisa Benavides viajó de Perú a Miami; con la intención de cursar estudios de cocina en el Art Institute of Fort Lauderdale. Actividad que se vio obligada a interrumpir al convertirse en madre; justo cuando empezaba a incursionar en la repostería, el área que más le gusta.
Teniendo experiencia en la preparación de postres típicos peruanos; cuando los niños estuvieron más grandes, se animó a emprender desde su hogar; ofreciendo sus postres a amigos y familiares. Además, todos los sábados acudía al salón de belleza de una amiga en Key Biscayne; con sus cajas de alfajores, donde poco a poco se dio a conocer y logró construir una clientela fija.
Contando con la ayuda de su esposo, quien se encarga de la contabilidad, del mercadeo, la distribución y de mantener abastecida la despensa de los ingredientes; un tiempo después, cuando ya la casa les resultaba pequeña para la cantidad de batidoras, ingredientes y encargos, María Luisa abrió su negocio al público en el Galleria Mall de Key Biscayne.
Desde entonces, junto a sus piononos de chocolate (ruedas de brazo gitano), alfajores, turrón, encanelados y los suspiros de limeña o de lúcuma, entre otras recetas; deleita a sus clientes con su torta estrella, la Pavlova de fresa, una torta con merengue, crema y dulce de leche, cubierta de fresas delicadamente cortadas; por la que, en fiestas como el Día de Acción de Gracias o la Navidad, más de 250 clientes hacen cola en la puerta del negocio para recogerla.
¿Te has preguntado cuáles de las actividades que realizas como madre de familia podrías convertir en un emprendimiento?
POR CIERTO
La Pavlova es un postre que se dice fue creado en honor a la bailarina rusa de ballet Anna Pavlova en una de sus presentaciones en Australia y Nueva Zelanda en los años 20.
